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Fondo violeta: resiliencia que transforma a Cuenca en una ciudad libre de violencias

En Cuenca, Ecuador, la prevención y erradicación de la violencia de género ha encontrado un nuevo impulso, gracias a la implementación del Fondo Violeta, una política pública pionera que, desde mayo de 2023, busca transformar la atención integral a mujeres víctimas de violencia. Esta iniciativa evidencia cómo una ciudad puede construir, desde la voluntad política y el enfoque de derechos humanos, una respuesta sostenida, territorializada y efectiva frente a un problema estructural que afecta a 8 de cada 10 mujeres en la ciudad (ENVIGMU, INEC 2019).

Un liderazgo local que traduce leyes nacionales en acciones concretas

La creación del Fondo Violeta surge como un esfuerzo decidido de la administración municipal, con raíces en el trabajo del concejo local, para aterrizar la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en la realidad específica de Cuenca. La ordenanza que establece el fondo asigna un presupuesto anual de 500.000 dólares para financiar proyectos y programas que realizan acciones de prevención, protección, atención integral y reparación adaptando así las políticas nacionales a las particularidades sociales y territoriales de la ciudad. Esta herramienta no solo representa un fondo económico, sino un mecanismo integral que articula en la atención integral a hijos e hijas de víctimas de femicidio, mujeres víctimas de violencia, profesionales que realizan atención, hombres agresores voluntarios o derivados del sistema de justicia. 

Ejes estratégicos que transforman vidas y territorios

El Fondo Violeta centra sus esfuerzos en seis grandes ejes: la protección a hijos a hijas de víctimas de femicidio, la atención en salud mental especializada para mujeres, sus familias y profesionales que dan atención en las instituciones locales, la prevención estructurada desde la reeducación de hombres agresores, la comunicación para la prevención integral en todo el territorio del cantón, dispositivo de auxilio inmediato y emprendimientos económicos que buscan generar autonomía económica de las mujeres víctimas de violencia y de los huérfanos-huérfanas por femicidio  y el fortalecimiento del sistema integral de protección.

La estrategia operativa del Fondo violeta se basa en una descentralización territorial que, mediante los nodos establecidos en el plan de ordenamiento territorial, permiten llegar a zonas rurales y urbanas históricamente desatendidas. Así, desde las acciones del fondo, se amplía la cobertura en el cantón, se mejora la capacidad de respuesta, se reducen barreras culturales y geográficas, y se genera un modelo de atención integral que busca reconstruir proyectos de vida y promover la resiliencia.

Estrategias tecnológicas como la Consola Violeta, garantizan una respuesta inmediata de apoyo especializado, contención y derivación a atención especializada. Esta se da de manera oportuna y coordinada entre los servicios locales de todas las instituciones que integran el Sistema Cantonal de prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres en Cuenca. Entre ellos, se incluyen los servicios municipales para lo que se han construido rutas de amplia difusión que concretan una respuesta de calidad ante casos de violencia.

Avances, retos y sostenibilidad

Esta política representa un salto cualitativo, que debe superar varios desafíos: la arraigada violencia simbólica y cultural, la insuficiencia de cobertura en la totalidad de grupos vulnerables, la necesidad de programas de atención específicos para hijas e hijos de víctimas de femicidio, y el fortalecimiento de la sostenibilidad del fondo.

Un aspecto clave para superar estos retos, es la gobernanza participativa, que se logra a través de una Comisión Técnica interinstitucional y paritaria, que asegura transparencia, pertinencia territorial y legitimidad social, y que tiene como rol fundamental orientar estratégicamente la implementación y desarrollo de acciones del fondo. Adicionalmente, la sostenibilidad del Fondo Violeta demanda la consolidación del compromiso político y la ampliación de alianzas con actores públicos y comunitarios para institucionalizar unos servicios que tendrán una demanda incremental en el tiempo.

Un aporte fundamental a la estrategia urbana sostenible

Más allá de su función social, el Fondo Violeta se inserta estratégicamente en la política urbana de Cuenca, poniendo la igualdad de género y la erradicación de la violencia como piezas centrales del desarrollo sostenible. Este enfoque supone repensar las ciudades no solo como espacios construidos, sino como entornos sociales y culturales donde las mujeres tienen protagonismo en la gestión y la transformación comunitaria.

Este compromiso se plasma claramente en el Informe Local Voluntario 2024, donde Cuenca reporta avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, priorizando el ODS 5 de Igualdad de Género. La política del Fondo Violeta aporta indicadores concretos sobre los temas clave de cada uno de los ejes: culminación de estudios, desarrollo saludable de huérfanos y huérfanas por femicidio, autonomía económica, salud mental, participación económica, cobertura de acciones de prevención en todo el cantón, indicadores de calidad de los servicios, y reducción de las cifras de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos y tipos definidos en la ley. Esto consolida el papel de la ciudad como referente en el cumplimiento de estándares internacionales con un enfoque local.

Simultáneamente, esta política contribuye al cumplimiento del ODS 11, asegurando que el desarrollo urbano responda con equidad a factores sociales y culturales, impulsando una ciudad más justa, resiliente y sostenible.

Proyección internacional del proyecto

El Fondo Violeta ha sido el proyecto ganador en la convocatoria “Mujeres en Resiliencia”, que busca destacar y visibilizar proyectos y políticas públicas implementados por ciudades y/o áreas metropolitanas de todo el mundo, que incorporen la perspectiva de género y reduzcan las brechas de desigualdad en los esfuerzos de construcción de resiliencia comunitaria. Esta iniciativa es impulsada por el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (IMEPLAN) y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), en el marco del proyecto Metro Resilience Guadalajara (MRG), financiado por el programa “Asociaciones para Ciudades Sostenibles” de la Unión Europea. Además, se trabaja en colaboración con redes de ciudades como Resilient Cities Network (R-Cities), la Asociación Mundial de las Grandes Metrópolis (Metrópolis) y CIDEU.

Reflexiones para avanzar

El caso de Cuenca muestra que la combinación de voluntad política, presupuesto específico y un diseño intersectorial puede generar transformaciones profundas. Sin embargo, la sostenibilidad y escalabilidad del Fondo Violeta requieren atender los desafíos culturales y sociales más arraigados.

Es imprescindible fortalecer la mirada interseccional para incluir a mujeres indígenas, migrantes, con discapacidad y de sectores más vulnerables. También es clave trabajar en sinergia con otros municipios para replicar experiencias y construir redes de apoyo.

Entre las preguntas que animan el debate están: ¿Cómo garantizar que estas políticas traspasen administraciones y se mantengan vigentes a largo plazo? ¿De qué modo se puede articular aún más la prevención, atención y empoderamiento para erradicar la violencia estructural? ¿Cómo involucrar más activamente a hombres y comunidades en procesos sostenibles de transformación social?

Conclusión

El Fondo Violeta representa una apuesta integral, novedosa y valiosa en la lucha contra la violencia de género en Cuenca, al tiempo que impulsa una visión de desarrollo urbano sostenible con perspectiva de género. Su impacto va más allá de la asistencia inmediata, sentando las bases para una ciudad que camina hacia la justicia social, la equidad y el respeto pleno de los derechos humanos.

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