Ciudades CIDEU, Congreso CIDEU, Sostenibilidad

Innovación Urbana Sostenible, el compromiso que asumen las ciudades y entidades de CIDEU

Del 3 al 5 de julio la ciudad de Zaragoza acogió el XXVI Congreso CIDEU, que contó con la participación de más de 100 representantes de 50 ciudades e instituciones iberoamericanas, quienes compartieron experiencias y aprendizajes sobre los retos que conlleva la innovación urbana sostenible en las ciudades, desde tres enfoques: tecnologías para una ciudad innovadora, innovación para una ciudad sostenible y resiliente, y gobernanza para una ciudad inclusiva. En la Asamblea General, las ciudades y entidades de la red suscribieron la Declaración de Zaragoza

Como se debatió en el pasado congreso de CIDEU en Mendoza 2023, las ciudades cobran fuerza como grandes protagonistas para afrontar los desafíos globales del siglo XXI. Los procesos de urbanización y concentración en las ciudades, la crisis climática y otras crisis encadenadas exigen respuestas innovadoras. En un mundo en cambio constante es indispensable abordar el futuro urbano desde el pensamiento estratégico, con un enfoque innovador y creativo, para responder a las necesidades del planeta y de las personas, y hacer nuestras ciudades más inclusivas, amigables y sostenibles.

Una ciudad innovadora es aquella que aúna sostenibilidad, talento, competitividad, eficiencia, inclusión y gobernanza participativa, buscando nuevas soluciones creativas a los problemas y desafíos que enfrenta. En la quinta revolución industrial, en la que adquieren protagonismo las tecnologías inteligentes basadas en una colaboración entre humanos y máquinas, también es importante abordar la utilización de las herramientas tecnológicas para dar respuesta a estos retos. De esta manera, innovación social y tecnológica van de la mano, con nuevas formas de pensar, actuar y evaluar.

Zaragoza, sede del XXVI Congreso de CIDEU, apoyado en su Estrategia Zaragoza +20, su Plan de Acción de la Agenda Urbana y el Plan Estratégico de Proyección Exterior 2022-2030, ha llevado a cabo en los últimos años políticas de desarrollo en materia de innovación urbana sostenible, avanzando hacia un territorio inteligente con las personas como centro, en el que se pueda cumplir su objetivo de ser ciudad climáticamente neutra para el año 2030, para el que ha sido elegida por la Comunidad Europea, junto con otras 100 ciudades.

Este congreso trajo la oportunidad para reflexionar conjuntamente sobre los retos de la innovación urbana sostenible en diferentes ámbitos: nuevas tecnologías, sostenibilidad y gobernanza; en concreto, se abordaron enmarcados en tres grandes conceptos: Tecnologías para una ciudad innovadora, Innovación para una ciudad sostenible y resiliente y Gobernanza para una ciudad inclusiva. Desde esta perspectiva integral de la innovación, a lo largo de tres días se compartieron experiencias, proyectos y realidades de las distintas ciudades, que dieron pistas de cómo avanzar en la planificación y gestión innovadoras de las ciudades. 

Como resultado las Ciudades socias de CIDEU reunidas en Asamblea General suscribieron la Declaración de Zaragoza cuyos principales puntos se detallan a continuación:

  • Aprobamos la necesidad de enfocar las ciudades hacia una innovación urbana sostenible, avanzando hacia territorios inteligentes con las personas como centro de las estrategias de desarrollo, con la neutralidad climática como faro de buena parte de las políticas públicas
  • Reiteramos nuestra voluntad para incorporar al pensamiento estratégico de la ciudad el papel de la sostenibilidad en la gestión urbana en todas sus acepciones, a través de proyectos específicos y de manera transversal en nuestra gestión pública. Así en el ámbito de nuestra responsabilidad en la lucha contra el reto climático remarcamos la necesidad de alinear y diseñar las medidas y recursos de mitigación y adaptación, así como de reforzar la capacidad de resiliencia urbana, y minimizar la vulnerabilidad de nuestras urbes
  • En este sentido, consideramos que la participación ciudadana puede y debe ser reforzada empleando las nuevas herramientas tecnológicas, siempre con cuidado y atención por parte de los gestores públicos para evitar la llamada ‘brecha digital’ en cuanto a su acceso a la gobernanza urbana, siempre en la óptica inclusiva de no dejar de lado a ningún residente, independientemente de su género, edad, funcionalidad, condición económica, orientación sexual o religiosa u origen, para conseguir una ciudad justa y segura, y con la mayor equidad posible.
  • Apoyamos, en la línea de la Ciudad Innovadora Sostenible objeto del presente Congreso, la transición energética, la economía circular, y la disminución de la huella de carbono, reduciendo el consumo y un uso más eficiente de la energía y los recursos, de forma innovadora tanto tecnológica como socialmente. La innovación urbana sostenible, desde el punto de vista de la gestión, e impacto de recursos y servicios de la ciudad, debe contribuir a su sostenibilidad, con planes de desarrollo equilibrados, asumiendo con rigor y adecuada previsión y planificación de futuro.
  • Abogamos por aunar resiliencia urbana y la economía del conocimiento, particularmente en el sentido de mezcla de diferentes usos urbanos. Las experiencias en diferentes continentes muestran que, dentro de las urbes, los distritos tecnológicos monofuncionales, con un único uso urbano productivo, no encajan dentro del esquema de las ciudades densas, compactas y seguras, por lo que, a la hora de plantear nuevos desarrollos urbanos tecnificados, la mezcla de usos, con la inclusión de vivienda, equipamientos y espacios verdes, es el único modo de hacer ciudad de calidad. Una ciudad que reduzca la dispersión urbana frenando la expansión incontrolada, actuando en el entorno construido, planificando en clave de proximidad.
  • Mostramos, como en anteriores ocasiones, nuestra disposición, como ciudades de la red CIDEU, a profundizar en el diálogo y en el aprendizaje permanente y mutuo, para trabajar en la generación de propuestas dirigidas a las instancias legislativas y a las administraciones, instando a los gobiernos a promover innovación y avances tecnológicos orientados hacia una perspectiva integral de ciudad sostenible, y de elevada calidad urbanística, capaz de afrontar los grandes retos sociales y medioambientales, a través de medidas regulatorias y financieras, que permitan a su vez un papel más activo de las ciudades en dichas estrategias.
  • Somos conscientes del papel que ejercen las ciudades en un desarrollo sostenible, inclusivo y equilibrado lo que supone avanzar en formas innovadoras de pensar y gestionar nuestras urbes de manera participativa y colaborativa.
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Ciudades CIDEU, Movilidad, Sostenibilidad

Movilidad sostenible, Instrumentos legales y técnicos de la ciudad de Sao Paulo para la transición hacia carbono cero

Marco normativo para la transición

La Municipalidad de São Paulo es pionera en Brasil en la elaboración de una legislación centrada en la Política Municipal de Cambio del Clima, que estableció metas para reducir drásticamente las emisiones de CO2, NOx e MP hasta 2038, para contribuir al cumplimiento de los objetivos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Uno de los temas prioritarios es promover acciones en materia de movilidad, ya que el sector transporte es responsable de más de la mitad de las emisiones, según datos de los inventarios de gases de efecto invernadero GEI. Para avanzar en esta dirección, la gestión municipal ha desarrollado planes y programas que promueven la transición hacia una movilidad más sostenible y baja en carbono:

  • Plan Maestro Estratégico. Ley municipal que orienta el desarrollo y crecimiento de la ciudad hasta el 2029. Prioriza el transporte público colectivo y la movilidad activa; vincula la política de desarrollo urbano a la política de movilidad, prevé la ampliación, cualificación e integración de los sistemas de movilidad; establece fuentes de financiamiento permanente y define lineamientos y plazos para la elaboración participativa del Plan Municipal de Movilidad. Es el instrumento de planificación y gestión del Sistema Municipal de Movilidad Urbana, los medios e infraestructuras para el transporte de mercancías y personas. El Plan prioriza el fomento de modos de movilidad más sostenibles, impulso de la movilidad activa, mejora de la accesibilidad y seguridad del sistema de movilidad y democratización del espacio viario.
  • Programa de Metas de la gestión (2021-2024). Dentro de sus objetivos, incluye lograr que al cierre del 2024, el 20% de la flota municipal este compuesta por autobuses eléctricos (2700 autobuses), con lo cual también se contribuye al cumplimiento dela Ley de Cambio Climático.
  • Plan de Acción Climática de São Paulo propone 43 acciones de mitigación y adaptación al cambio climático para la ciudad, incluyendo: Minimizar el uso del transporte individual; Promover la movilidad activa; Incrementar la adopción de fuentes de energía renovables; Sustitución gradual de las flotas de vehículos municipales por vehículos que no utilicen combustibles fósiles; Acciones de educación ambiental y climática.
  • La Agenda Municipal 2030 adoptada por São Paulo como directriz de políticas públicas, basado en la Agenda 2030 de Brasil y en el Plan de Acción Global. Incluye la meta 11.2 que busca proporcionar a todas las personas el acceso a sistemas de transporte seguro, sostenible y de bajo costo, priorizando a las personas más vulnerables, mujeres, niños/as y las personas mayores.

Electrificación de la flota de transporte público de la ciudad

Para materializar y monitorear el cumplimiento de la apuesta de electrificar el 20% de la flota de buses municipales, se creó El Comité Directivo del Programa de Monitoreo de Reemplazo de Flota con Alternativas Más Limpias, que delibera sobre formas de reducir emisiones y apoya la implementación de recomendaciones y lineamientos establecidos por las leyes, dentro de los cuáles se incluye la adquisición de autobuses eléctricos. El proyecto implica un financiamiento de R$ 5,75 mil millones (aproximadamente 1.15 mil millones de dólares), que están así distribuidos:

  • R$ 2,5 mil millones del BNDES – Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
  • R$ 2,5 mil millones del BID – Banco Interamericano de Desarrollo 
  • R$ 250 millones del Banco do Brasil
  • R$ 500 millones de la CEF – Caja Económica Federal
  • Contrapartida de la Municipalidad: R$ 165 millones
  • Empresas de autobuses con mayores subsidios: R$ 2 mil millones

La empresa Enel X compró cerca de 50 autobuses y los revendió a empresas mediante leasing. Después la Municipalidad empezó a adquirir y traspasar los vehículos a las empresas, a través del modelo de subvenciones. Pero, los garajes necesitan una adaptación, con  zonas específicas para este tipo de vehículos, para aparcar autobuses y cargar baterías, con cobertura, mayor distancia entre colectivos, equipamiento propio, aislamiento del suelo y profesionales con formación específica. Según el volumen de cargadores desplegados y utilizados simultáneamente, la subestación necesitará tener alta tensión, con la necesidad de inversiones más allá de los límites del garaje y la terminal. Cada vehículo propulsado por tracción eléctrica deja de emitir anualmente, en promedio: 0,24 toneladas de NOx (óxidos de nitrógeno); 0,002 toneladas de PM (partículas); 106 toneladas de CO2 (dióxido de carbono).

Desafíos y oportunidades en la transición hacia carbono cero

En Brasil, la política energética, de combustibles y automotriz es responsabilidad del Gobierno Federal. La flota municipal (2023) suma más de 13 mil autobuses, lo que impone un aumento en la producción de autobuses eléctricos en el país, además del aumento de la intermodalidad en función de la planificación del transporte integrado con el Gobierno del Estado.

Además, existe una marcada cultura del uso del vehículo privado. El elevado costo de los vehículos eléctricos; retraso en la recaudación de fondos; la capacidad de la industria y la adaptación de la infraestructura de energía eléctrica son algunos de los obstáculos para acelerar este proceso, además de la dificultad para adaptar la red de suministro de energía eléctrica a la nueva demanda de consumo en los garajes.

El liderazgo económico y político de la ciudad de São Paulo impulsa a otras ciudades a superar el alto costo inercial de la transformación. Otras de las acciones que se están llevando a cabo son:

  • Ampliación de la base productiva de autobuses y vehículos eléctricos por parte de varias industrias, como Eletra (100% nacional) para atender el proceso de transición energética en las ciudades.
  • Creación del Programa Domingão Tarifa Cero, implementado en diciembre/23, otorga tarifa cero en autobuses los domingos para pasajeros/as, amplía y fomenta el uso de los autobuses, sus resultados muestran un aumento alrededor de un tercio más de personas en los autobuses. 

Ampliación del Programa Calles Abiertas, que prioriza la calificación del espacio urbano en función de las necesidades de los peatones; apertura de calles a los peatones los domingos y festivos.

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Ciudades CIDEU, Género

Priorizar los cuidados en las políticas urbanas para sostener la vida

En los últimos años, y gracias a las reivindicaciones del movimiento feminista, los cuidados se han convertido en un tema de la agenda política pública. Sin embargo, esta visibilidad no siempre se ha complementado con acciones concretas para mejorar la materialidad de los cuidados en los espacios urbanos.

Los entornos urbanos son el escenario en el que se desarrolla nuestra vida cotidiana, en una estructura urbana que se define por los valores de una sociedad capitalista y patriarcal, dos sistemas que se retroalimentan. El sistema patriarcal naturaliza e invisibiliza las tareas reproductivas, por lo que también son olvidadas a la hora de planificar el territorio y diseñar políticas públicas.

Barueri, Brasil – Timinho Livelo, Livelo, Alphaville. Foto: Marcelo Pereira / FOTOKA

Los entornos urbanos se han configurado a partir del dualismo público-privado que segrega el espacio según estos dos ámbitos y le asigna funciones específicas (productivo-repro­ductivo), a las que también se le atribuyen categorías genéricas (masculino-femenino). Nuestras ciudades continúan construyéndose a partir de la división sexual del trabajo, que sitúa los cuidados en el ámbito privado, responsabilizando casi exclusivamente a las mujeres de su desarrollo y priorizando las actividades productivas en el diseño del espacio urbano. La desvalorización social de los cuidados se traduce en políticas públicas que no incluyen las necesidades derivadas de la sostenibilidad de la vida cuando se planifican los espacios urbanos, se organizan los horarios o se diseñan programas culturales, sociales, deportivos o de ocio.

Dolors Comas d’Argemir[1] (1993) define los cuidados como todas aquellas actividades que se realizan para el bienestar físico, psíquico y emocional de las personas.

Se pueden clasificar los cuidados en directos e indirectos. Los directos se refieren a las actividades realizadas directamente con las personas a quienes se dirigen: dar de comer a un bebé, atender una persona enferma, charlar con una adolescente, etc. Los cuidados indirectos aluden a las actividades que tradicionalmente se denominaba como trabajo doméstico: limpiar la casa, la ropa, cocinar, hacer la compra y también todas las tareas de gestión y organización de los trabajos del hogar (Carrasco, Borderías y Turns, 2011[2]).

La dimensión social de los cuidados nos permite identificar, quiénes son las personas que proveen de cuidados, como a quienes son receptoras. En relación a quién los recibe, diferentes autoras feministas (Carrasco, Borderías y Torns[3]; Pérez Orozco y López Gil[4]; Herrero[5]) reivindican la dependencia como característica innata de los seres humanos, en contraposición a la quimera capitalista de la autosuficiencia y el individualismo, por lo tanto, todas las personas somos receptoras de cuidados. Sin embargo, la intensidad de cuidados que necesita cada persona son diferentes y éstos pueden incrementarse en ciertos momentos de la vida, que pueden tener que ver con el ciclo vital, pero también con estados de salud mental o sobrecarga de actividad. Reconocer la heterogeneidad de los cuidados permite visibilizar la diversidad de estructuras, herramientas y estrategias necesarias para proveerlos.

Por otro lado, la distribución de los trabajos de cuidados sigue recayendo principalmente en las mujeres, tanto si éstos son remunerados, como si se dan en el marco de la responsabilidad familiar y los roles de género. En el Estado español, las mujeres dedican el doble de horas semanas a los trabajos de cuidados según el INE; en América Latina y el Caribe las mujeres dedican un 19,6% de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado mientras que los hombres apenas un 7,3%, de acuerdo con los cálculos de la CEPAL.

Es importante analizar la feminización de los cuidados, ya que la falta de condiciones materiales adecuadas para cuidar, convierte al trabajo de cuidados es un vector que genera desigualdad, y que impacta en la economía, la pobreza de tiempo y la salud física y mental de las personas cuidadoras. Esta situación es transversal a las diferentes posiciones en relación con los cuidados: trabajadoras en el sector económico de los cuidados; cuidadoras de personas dependientes; o personas con diversidad funcional que se autocuidan o cuidan a otras personas.

Si pensamos en los cuidados desde su dimensión espacial, es decir, sobre cómo el espacio urbano acompaña a la heterogeneidad de actividades de cuidados que se desarrollan cotidianamente, es evidente que existen grandes carencias. Nuestros espacios urbanos no están pensados para proporcionar un apoyo físico para la vulnerabilidad, que es innata en la vida. Solo hay que prestar atención al espacio que ocupan los coches en las calles, a diferencia del espacio delimitado para las personas viandantes; el número de bancos en proporción a los asientos de terrazas en los espacios públicos; la falta de espacios para la atención a los cuidados como guarderías o centros para personas mayores; o las carencias dotacionales de baños públicos, fuentes o vegetación, entre otros muchos ejemplos.

En 2015, Col·lectiu Punt 6, apelando a la necesidad de un cambio de estructural de paradigma urbano, definimos el concepto de ciudad cuidadora, como una ciudad que te cuida, te deja cuidarte, te permite cuidar a otras personas y cuida del entorno y que pone a las personas en el centro de las decisiones urbanas teniendo en cuenta la diversidad de experiencias, necesidades y deseos.

El primer paso es analizar cuáles son los recursos, espacios y redes que existen para cuidar en cada territorio. Una vez identificados estos elementos pensar en cómo se puede coser el territorio, desde un paradigma de no crecimiento, sino de restauración, cooperación y conexión.

No existe una fórmula mágica para construir ciudades y territorios cuidadores, pero el espacio tiene que cumplir determinadas características, desde las diferentes escalas, para favorecer y facilitar las tareas y la gestión de los cuidados (tanto el autocuidado como el cuidado de otras personas): proximidad, continuidad, accesibilidad, conciliación, autonomía, corresponsabilidad, dotación, seguridad y habitabilidad.La transición hacia una ciudad cuidadora significa poner los cuidados en el centro desde una perspectiva política y feminista. Es decir, reivindicando que son imprescindibles para la sostenibilidad de la vida, pero sin construir una imagen idealizada y naif. Los cuidados nos comportan alegrías, aprendizajes, sentirnos acompañadas, pero también comportan esfuerzo, dolor, agotamiento, frustración y tristeza. Repensar los territorios desde las necesidades de los cuidados mejoraría las condiciones de vida materiales e inmateriales de muchas personas y fomentaría una sociedad corresponsable con los cuidados. El ámbito municipal es lo más próximo a la ciudadanía, por lo cual tiene la capacidad de conocer de manera más directa las necesidades de las personas en relación con la provisión de los cuidados, y también de proporcionar un apoyo material a estas. El papel de los municipios tiene que ser proporcionar un apoyo físico adecuado para satisfacer la red compleja de cuidados que es necesaria para sostener la vida. Afortunadamente, hoy tenemos ejemplos de municipios que están apostando por prácticas que dotan de contenido la reivindicación feminista de sostener la vida.


[1] Comas, d’Argemir, M D (1993) “Sobre el apoyo y el cuidado. División del trabajo, género y parentesco”. En Perspectivas en el estudio del parentesco y la familia, VI Congreso de Antropología FAAEE/Asociación Canaria de Antropología, Tenerife. 1993. p. 65-82.

[2] Carrasco, Cristina; Borderías, Cristina y Torns, Teresa (2011) “Introducción. El trabajo de cuidados: antecedentes históricos y debates actuals” En: Carrasco, Cristina; Borderías, Cristina y Torns, Teresa (ed) El trabajo de cuidados. Historia, teoría y políticas Colección economía crítica y ecologismo social, los libros de la Catarata

[3] Idem [4] Pérez Orozco, Amaia y López Gil, Silvia (2011) “Desigualdades a flor de piel: cadenas globales de cuidados: concreciones en el empleo de hogar y articulaciones políticas: concreciones en el empleo de hogar y articulaciones políticas” ONU Mujeres Santo Domingo[5] Herrero, Y. (2017) “Economía ecológica y economía feminista: Un diálogo necesario” En Carrasco Bengoa, C. y Díaz Corral, C. (eds.), Economía feminista: desafíos, propuestas y alianzas. n. a.: Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte, 121-142.

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Actividades CIDEU, Ciudades CIDEU

Por un 2024 para seguir impulsando estrategias y transformando ciudades

Hace cinco años en CIDEU iniciamos una dinámica de reflexión interna con el objetivo de definir una ruta de acción que nos permitiera fortalecer la red, para estar en mejores condiciones de apoyar a las ciudades a responder a los desafíos que enfrentan cada día. Esto conllevó un proceso de renovación con nuevas alianzas, nuevos proyectos, nuevos espacios de colaboración, y con ello, más y mejores beneficios para las ciudades de la red.

Gracias a ese ejercicio, pudimos afrontar los desafíos de la pandemia, adaptando y flexibilizando nuestra oferta para acompañar a las ciudades. La red ha sido punto de encuentro para compartir experiencias y estrategias en los momentos más difíciles, acercando soluciones e ideas que permitieron eficientizar tiempo y recursos. Hemos logrado adaptar nuestros modelos de trabajo, aprendiendo la importancia de ser flexibles y ofrecer en cada momento aquello que las ciudades necesitan.

También hemos reafirmado la importancia de la planificación estratégica urbana y el rol fundamental de CIDEU para impulsarla, lo que nos ha permitido segmentar mejor nuestra oferta de valor. Participando activamente en CIDEU, las ciudades obtienen conocimiento para impulsar sus estrategias y proyectos, conexión con otras ciudades para intercambiar experiencias y aprendizajes, así como visibilidad y proyección internacional de sus buenas prácticas.

En esta dinámica, cerramos el año 2023 con 52 gobiernos locales y entidades iberoamericanas involucradas activamente en el trabajo en red, participando en seis Microrredes de Estrategias urbanas que reunieron a 120 participantes de 40 ciudades y entidades; en cinco 5 mentorías en las que participaron 40 representantes de 10 ciudades; y en 9 webinarios que contaron en total con más de 600 participantes.

Además, 124 personas de 61 ciudades se capacitaron en las acciones formativas, que tienen como protagonista la Especialización en Pensamiento Estratégico Urbano; y el Congreso Planificación y Acción Climática en las ciudades reunió a más de 120 participantes de 40 ciudades.

En 2024 seguimos firmes en nuestro objetivo de fortalecer, a través del trabajo en red, la capacidad de las ciudades para implementar estrategias y proyectos que les permitan enfrentar los desafíos de la realidad urbana.

Teniendo la planificación estratégica urbana como eje central, este año continuaremos fortaleciendo las líneas de trabajo en temáticas clave como movilidad urbana sostenible, sistemas de cuidado, acción climática, gobernanza metropolitana, derecho a la vivienda, innovación pública y transición digital, entre otros.           

El XXVI Congreso de CIDEU tendrá lugar en la ciudad de Zaragoza, España, del 3 al 5 de julio de 2024, una actividad que convoca a todas las ciudades y entidades miembros de la red, para compartir experiencias y aprendizajes sobre una temática relevante.

Durante el primer semestre de 2024 iniciará la quinta edición de las Microrredes de Estrategias Urbanas, que son espacios de colaboración y trabajo en red entre ciudades, que tienen el objetivo de encontrar nuevas respuestas a los desafíos urbanos, a través del intercambio de conocimientos y experiencias entre pares. Desde 2020 han operado 20 microrredes, con la participación de más de 60 ciudades y organizaciones de Iberoamérica  

Durante 2024 se mantendrá abierta la convocatoria a participar del programa Mentoría entre ciudades[, un modelo de cooperación bilateral que promueve la transferencia de conocimiento entre pares, en el que una ciudad con más expertise asesora a otra para ayudarle a alcanzar sus objetivos. En el marco de este programa, las ciudades de la red tienen la oportunidad de mentorizar a otras ciudades en aquellos ámbitos en los que tienen buenas prácticas, y pueden recibir mentorización para fortalecer sus proyectos.

Este año continuará la programación del Ciclo de Encuentros Iberoamericanos, un espacio de encuentro e intercambio virtual para compartir inquietudes, ideas y soluciones vinculadas a desafíos y experiencias urbanas, que se realiza cada mes, abierto al público. Desde 2020 se ha realizado 35 webinarios.

En el Campus de Estrategias Urbanas iniciará en mayo la XIX edición de la Especialización en Pensamiento Estratégico Urbano, con un seminario presencial en Durango, México. Impartida desde el año 2005, su objetivo es formar profesionales capaces de diseñar y gestionar con los/as actores sociales, los planes y proyectos estratégicos que mejorarán la calidad de vida de la ciudadanía en el mundo global. Además, se ofrecerán tres Cursos de Especialización.

El Campus ofrece también ocho Cápsulas Formativas disponibles todo el año, sobre aspectos clave de la gestión estratégica urbana, que se realizan de manera asincrónica y autogestionada. CIDEU ofrece además a sus socios, el diseño e impartición de acciones de Formación Ad-Hoc, con el objetivo de contribuir a fortalecer sus capacidades técnicas vinculadas a la estratégica urbana y su praxis, respondiendo a necesidades específicas.

Finalmente, se dará un impulso al Observatorio del Pensamiento Estratégico Urbano, creado el año pasado como un espacio permanente de investigación y trabajo colaborativo, para fortalecer la producción y difusión de conocimiento sobre la planificación estratégica urbana en Iberoamérica, desde una perspectiva interdisciplinaria e innovadora. Actualmente se trabaja en la sistematización de resultados de los espacios de intercambio técnico, para ponerlos a disposición de las ciudades.

El año pasado celebramos en CIDEU 30 años impulsando la transformación de las ciudades a través de la planificación estratégica urbana. Recuperar con todas las ciudades, los testimonios sobre cómo el trabajo en la red les ha facilitado esta tarea, nos motiva a seguir trabajando para mantener, fortalecer y ampliar esta gran comunidad iberoamericana que sueña con lograr mejores ciudades para todas las personas.


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Ciudades CIDEU

Laboratorio de Vida, la estrategia de Antioquia para el desarrollo territorial equilibrado

Antioquia es uno de los departamentos con mayor índice de competitividad de Colombia, de acuerdo con los datos del Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario para 2023. Este territorio tiene la fortuna de haberse construido en tierra fértil, rica en minerales y rodeada de lo verde de sus montañas, ríos caudalosos y de una gran extensión de mar. Esto sumado a las capacidades territoriales desarrolladas en medio de la construcción del Plan Estratégico Agenda Antioquia 2040, que busca posicionarse como el Corazón Verde de América, plantea una visión que respaldada por más de 110 mil ciudadanos presenta entre varios componentes la propuesta de un nuevo modelo de desarrollo territorial que busca el equilibrio y potenciar las capacidades de cada territorio para hacer de Antioquia el lugar soñado.

Para ello, la planificación integral es una herramienta fundamental que permite avanzar en la superación de los grandes retos que tiene desde lo ambiental, social y económico y hacer de Antioquia un departamento de referencia nacional e internacional.

En respuesta de ello surge el Laboratorio de Vida, una propuesta innovadora para mejorar las condiciones de territorios mineros en las subregiones Bajo Cauca y el Nordeste, con apuestas muy importantes en educación y formación del capital humano, creación del distrito minero, el distrito del maíz, la formalización y la regeneración territorial, que directamente debe permitir enfrentar el desafío de años de deforestación en estos lugares del departamento.

La paradoja del oro

En muchos de los territorios colombianos el oro es un fenómeno complejo y contradictorio. Por un lado, ha sido una fuente de riqueza y desarrollo económico para el país, atrayendo inversiones y generando empleo. Sin embargo, también ha sido origen de conflictos sociales y ambientales debido a la explotación ilegal de recursos, la contaminación de los ríos y la deforestación.

En muchos de los territorios colombianos el oro es un fenómeno complejo y contradictorio. Por un lado, ha sido una fuente de riqueza y desarrollo económico para el país, atrayendo inversiones y generando empleo. Sin embargo, también ha sido origen de conflictos sociales y ambientales debido a la explotación ilegal de recursos, la contaminación de los ríos y la deforestación.

En las subregiones Bajo Cauca y Nordeste se extrae el 74% del oro del Departamento, equivalente al 56% de la producción total del país, situación que lo posicionan en un escenario de gran riqueza mineral. Pero, al mismo tiempo, en estos territorios existen altos niveles de pobreza, violencia e inseguridad con deficiencias acceso a servicios y oportunidades básicas. Por ejemplo, la incidencia de la pobreza monetaria extrema en el Bajo Cauca es 7,92%, el doble que, en el resto de Antioquia, que equivale a 3,98%. Es decir, por cada persona con pobreza monetaria extrema en el resto de Antioquia hay dos más, en Bajo Cauca.

Para abordar esta paradoja, es fundamental promover la competitividad sostenible, la utilización de tecnologías más limpias y el trabajo articulado con las comunidades locales para recoger los saberes ancestrales, aprovechar los beneficios económicos del oro de manera sostenible y equitativa, sin comprometer el bienestar de las comunidades y el entorno natural. De ahí, la necesidad de fomentar la diversificación económica en las regiones mineras, para reducir la dependencia exclusiva del oro como fuente de ingresos.

De esa manera, nos enfrentamos  a grandes retos desde la planificación y gestión estratégica de este territorio que implican repensar la estrategia de gobernanza, desde el cómo integrar y articular los diferentes procesos de desarrollo territorial para los veinte (20) municipios que componen esta subregiones, así como articular los diferentes niveles de gobierno presentes y atender los conflictos de competencias, armonizar los intereses sectoriales en términos de productividad y sostenibilidad ambiental y congregar y vincular al sector privado y público en estrategias de investigación y búsqueda de soluciones a los profundos conflictos estructurales subyacentes desde el punto de vista ambiental, social y económico.

Así surge el laboratorio de vida. Se establece como objetivo principal y mayor premisa de este Plan el respeto y protección de la vida, en todas sus formas y manifestaciones; el reconocimiento de las oportunidades del territorio y el cierre de las brechas poblacionales y territoriales del desarrollo y de esa forma, impulsar los procesos de transformación social y cultural de la sociedad, a partir de escenarios de participación donde los diferentes actores se consideran fuente de co-creación del desarrollo territorial.

Laboratorio de Vida

Consolidar un territorio en equilibrio, que logre revitalizarse y regenerarse a partir del desarrollo económico como su riqueza ecosistémica, además de impulsar la convergencia institucional para resignificar un modelo de gobernanza que trascienda el corto plazo y se establezca de forma permanente en el territorio, son grandes objetivos del Laboratorio de Vida.

Esta estrategia se consolida como el instrumento que localiza y pone en valor las voces ciudadanas de las subregiones del Bajo Cauca, Nordeste e incluso Norte que durante los diálogos de la Agenda Antioquia 2040 propusieron que su región fuera reconocida en el largo plazo como regiones de vida y con ello demandan educación, desarrollo rural, productividad y cuidado del medio ambiente, protección de la vida, justicia, libertad, un territorio de paz y feliz. Por ello, el Laboratorio de Vida plantea en cinco líneas estratégicas consolidar un territorio sostenible, equitativo y en paz, que ponga la vida en el centro y avance integralmente a la implementación de proyectos en el ámbito socioeconómico, de infraestructura, educación, cultura, medio ambiente, seguridad y productividad.

Dichas líneas estratégicas incorporan las principales confluencias en la caracterización, entre las debilidades, necesidades, demandas, potencialidades y desafíos, identificadas durante los diálogos de la Agenda Antioquia 2040 y los distintos espacios de movilización permitiendo de esta manera focalizar la actuación integral en este territorio. Así mismo de acuerdo con el propósito y objetivo de cada línea, se definen programas y proyectos, los cuales bajo un enfoque participativo y de innovación social, priorizan las acciones específicas a implementar. Actualmente el Laboratorio de vida avanza en la implementación de proyectos previstos para el corto plazo con una inversión de más de $267.583 millones de pesos colombianos.

  • Educación para la vida
  • Condiciones de vida digna
  • Seguridad humana, convivencia y paz
  • Hábitat en equilibrio
  • Economía productiva integral

Adicional, se activó un grupo gestor en el territorio desde donde se asume el funcionamiento a corto, mediano y largo plazo del Laboratorio de Vida, el cual a través de metodologías participativas trabaja en la actualización el reconocimiento de las dinámicas territoriales, gestiona permanentemente el banco de iniciativas y consolida la formulación colectiva de los proyectos estratégicos de impacto regional que dinamiza esta apuesta.

Dos proyectos a resaltar del laboratorio son:

1) Aulas Vivas. Se planta como un aula móvil para potenciar una cultura regenerativa que incluye Eco Parcelas experimentales demostrativas y un multicampus agroproductivo en Yalí. Se busca así el fortalecimiento de emprendimientos enfocados en la apicultura y meliponicultura por medio de aulas y auditorios, zonas de cultivo y espacios de aprendizaje al aire libre con el último fin de avanzar en el cierre de brechas entre las zonas rurales y urbanas.

2) Multicampus agroindustrial en el Municipio de Anorí. Proyecto estratégico que contempla senderos multipropósito, equipamientos culturales, educativos y de servicio, zonas de aprendizaje agroecológico al aire libre y zonas de esparcimiento, contemplación y concientización del paisaje del Nordeste de Antioquia. Este proyecto tiene el propósito de fomentar en la región la cultura regenerativa que potencie procesos ambientales existentes y sea un espacio óptimo para promover iniciativas como las Huerta-escuela para avanzar en el cierre de brechas entre las zonas rural y urbana el fortalecimiento de la seguridad alimentaria del territorio y potenciación de capacidades y habilidades para la vida y el liderazgo.

Para concluir, el Laboratorio de Vida se pretende desarrollar desde un enfoque de innovación social y con ello permitir siempre que, a través del diálogo sectorial, interinstitucional y comunitario se articulen los recursos, ideas y estrategias para hacer frente a dificultades y generar las transformaciones que se necesitan.

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