El rápido crecimiento demográfico y la acelerada urbanización de América Latina ha conllevado a la necesidad de repensar la manera en que se dan las interacciones municipales, así como las dinámicas socioeconómicas, ambientales y político-institucionales en los territorios.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la región latinoamericana es la más urbanizada del mundo. De 100 personas, 80 residen en el área urbana, motivadas por la búsqueda de empleo, generación de mayores ingresos, vivienda, educación, refugio de la violencia u otros.
El alto crecimiento de la urbanización ha implicado relacionamientos y conurbaciones por limitantes topográficas e hidrológicas entre municipios, que en muchos casos se han ido institucionalizado como áreas metropolitanas.
El fenómeno de la metropolización es visto como una oportunidad de desarrollo, pero también como una fuente de nuevos desafíos según Eduardo Rojas y otros, en su libro “Gobernar las metrópolis”. Considerando las diferentes dimensiones del desarrollo territorial, se resumen algunos de los desafíos estratégicos de las ciudades latinoamericanas frente al fenómeno de la metropolización:
1. Desafíos vinculados al desarrollo sociocultural
En las ciudades latinoamericanas cada vez más se incrementan problemáticas de tipo social por necesidades insatisfechas en materia de educación, salud, seguridad y provisión de servicios básicos. Estos pueden verse traducidos en un alza a la incidencia de comportamientos antisociales, cometimiento de delitos y actividades criminales, la desintegración social, así como desigualdad en el acceso a beneficios del desarrollo urbano.
Un tema social al que se debe prestar especial importancia es lo referente a la migración, no solo desde el campo hacia la ciudad, sino también entre países, en busca de mejores oportunidades de vida o huyendo de la violencia social (por ejemplo, desplazamiento forzado por pandillas o “caravanas de migrantes” desde Centroamérica hacia Estados Unidos).
2. Desafíos vinculados al desarrollo económico
Un desafío importante es la reducción de desigualdades entre aquellos municipios que poseen más y menos recursos para financiar políticas de desarrollo. Resolver esta situación es crucial pues la desigualdad económica y estructural en la que se encuentran las ciudades latinoamericanas genera injusticias y desequilibrios en la calidad de vida urbana.
Asimismo, se deben atender problemáticas vinculadas con la productividad y regularización de actividades informales con una lógica metropolitana. En esta región, las actividades económicas informales son usualmente ejercidas por mujeres de diferentes edades que, por bajos niveles educativos, necesidad de cuidar a niños, niñas, personas adultas mayores o con discapacidades, no tienen acceso a empleos formales y se autoemplean o subemplean en condiciones precarias.
Relevante es disminuir la creciente dispersión de empleos en el área urbana de cara a vincular de mejor manera a emprendedores, micro, pequeñas y medianas empresas con los mercados, plataformas logísticas de transporte, exportación y también considerar la disrupción digital como un hecho que no requiere que las empresas estén localizadas en las áreas centrales de las ciudades.
Otro desafío sustancial es la relación urbano- rural y la posibilidad de polos de desarrollo fuera de las áreas metropolitanas, para así equilibrar la alta concentración de actividad económica, social y político-institucional con una lógica de complementariedad con la ruralidad.
3. Desafíos vinculados al desarrollo ambiental
En clave de pensamiento y planificación estratégica, es importante considerar la importancia de la promoción de la sostenibilidad ambiental en las ciudades latinoamericanas. Esto, porque la urbanización ha generado una serie de presiones en los recursos naturales, como el suelo, agua y aire, que indiscriminadamente han sido sobre explotados, degradados o contaminados. Por ejemplo, la contaminación de ríos y quebradas, la contaminación del aire por alto tráfico, entre otros.
La exploración y puesta en marcha de acciones a nivel metropolitano que impulsen el uso de energías alternativas, nuevas tecnologías, que promuevan la producción de manera responsable, el cambio en los patrones de consumo, la gestión del riesgo, desarrollo de la capacidad de resiliencia y mitigación del cambio climático, serán claves para la sostenibilidad de las ciudades.
4. Desafíos vinculados al desarrollo político e institucional
Más allá de la institucionalización de las áreas metropolitanas, el principal desafío radica en el establecimiento de la gobernanza y gobernabilidad en ella, considerando la tensión entre los distintos niveles de gobierno y las implicancias en términos de poder que significa ceder autonomía. En las ciudades latinoamericanas, son el gobierno central y los gobiernos locales los responsables de permitir/consolidar la región y gobiernos metropolitanos.
Otro desafío importante es la captación y administración de recursos a nivel metropolitano para lograr atender necesidades sociales, promover el desarrollo económico, y todo ello de manera transparente, para no derrochar recursos y articular de manera más eficiente entre los diferentes actores presentes en los territorios.
Contar con esta armonización de marcos normativos y jurídicos de ordenamiento y desarrollo territorial entre los diferentes niveles de gobierno permitirá fluir de mejor manera los procesos que se impulsen de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.
De igual relevancia es el reto de propiciar el apropiamiento de la identidad metropolitana, motivar la participación de la ciudadanía e impulsar procesos de inteligencia colectiva y comunicación en las ciudades.
¿Por dónde empezar?
Si bien son muchos y variados los desafíos estratégicos que las ciudades latinoamericanas frente al fenómeno de la metropolización, es importante comenzar por ir abordando lo que es posible desde las competencias, responsabilidades y recursos con las que actualmente cuentan. En la actualidad, las nuevas tecnologías y conectividad a internet han abierto la posibilidad de aprender unas ciudades de otras, compartir metodologías, conocimientos y experiencias.
Aquellas ciudades que están en proceso de metropolización deben contar con información actualizada y precisa sobre las problemáticas socioculturales, económicas, ambientales y político-institucionales. Asimismo, deben conocer los actores y acciones que ya se están implementando en los territorios, cartografiar los problemas y planificar de manera participativa con la ciudadanía los escenarios posibles, así como las rutas críticas para lograr consensos, priorizaciones, gestionar los recursos, co crear soluciones y así ir avanzando en la solución de dichos problemas. Por esto, es fundamental considerar el pensamiento y planificación estratégica como herramientas claves para el diseño, implementación y evaluación de la estrategia urbana.