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La transformación del sistema alimentario de Rosario como estrategia para combatir la malnutrición

La malnutrición es un problema estructural y en todas sus formas se identifica -incluso antes de la crisis generada por el COVID-19- como la principal causa de problemas de salud a nivel global. Según la 2da. Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de 2019, en Argentina, la malnutrición afectaba al 23.2% de la población entre 0 y 5 años de edad y al 46,2% en el rango entre 5 y 17 años de edad. En Rosario, los datos reflejan una situación similar: la malnutrición afecta al 40.5% de la población entre 2 y 19 años en 2018, correspondiendo un 2.4% de los casos a bajo peso; un 22.5% a sobrepeso y un 15.6% obesidad, según un análisis desarrollado por la Secretaría de Salud Pública.

Definitivamente, para acabar con la malnutrición en todas sus formas, es necesario transformar los sistemas alimentarios, y el rol de las ciudades en este sentido es clave. La FAO reconoce a las ciudades como lugares y agentes estratégicos para abordar las complejas cuestiones socioeconómicas y ecológicas que limitan la seguridad alimentaria y la nutrición. Es más, en su Agenda Alimentaria Urbana señala que la seguridad alimentaria y la nutrición deben ocupar un lugar destacado en la planificación de las ciudades sostenibles.

Es por esto que la Municipalidad de Rosario, hace una revisión profunda del sistema alimentario de la ciudad para rediseñarlo y hacerlo saludable para las personas y sostenible para el planeta. El municipio ha puesto en marcha un programa con el objetivo general de mejorar la nutrición de la población rosarina, priorizando principalmente los sectores de mayor vulnerabilidad y promoviendo el acceso a alimentos de calidad. Los objetivos específicos del programa incluyen: (i) innovar en la política alimentaria local; (ii) desarrollar una red de abastecimiento que priorice la producción local y la recuperación de pérdidas y desperdicios; (iii) promover la efectiva incorporación de una dieta saludable; e (vi) implementar un modelo de gestión eficiente que asegure la sostenibilidad del sistema.

La apuesta por innovar en la política alimentaria local, apunta a generar un sistema alimentario sostenible mediante la adopción de acciones locales alineadas a las tendencias y buenas prácticas internacionales. El primer paso que da la ciudad en este sentido es la adhesión al Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán junto con el fomento de su participación en otras instancias regionales y globales de discusión y tratamiento de la malnutrición. Actualmente, Rosario es miembro del Comité Directivo del Pacto de Milán como representante de Sudamérica junto a Belo Horizonte, Brasil.

En segundo lugar, el programa prevé el desarrollo de una red de producción, distribución y comercialización para satisfacer la demanda social de alimentos, que incluye la conformación de un mapa de proveedores de insumos y alimentos saludables; la puesta en funcionamiento de distintos centros de producción de alimentos de alto valor nutricional; el fortalecimiento de propuestas de recuperación de frutas y verduras; y la implementación de un sistema de distribución de última milla, a través de espacios de comercialización (por ejemplo, mercados sociales, ferias, comercios de cercanía, plataformas e-commerce, entre otros). Dentro de esta línea de trabajo se están desarrollando políticas públicas como las vinculadas a la Agricultura Urbana (PAU) o el Cinturón Verde, que ponen en marcha la generación de emprendimientos sociales de producción y elaboración de alimentos mediante técnicas agroecológicas, protegiendo además el área periurbana de la ciudad. 

También se puede mencionar RecupeBar, una iniciativa que apunta a recuperar en los mercados centrales todas aquellas frutas y verduras que no sean consideradas aptas para la venta pero sí para ser consumidas. Las pérdidas y el desperdicio de alimentos son un obstáculo para la seguridad alimentaria y tienen, además, un gran impacto sobre la economía y el ambiente. Esta iniciativa ha logrado recuperar hasta el momento más de 400.000 kg. de frutas y verduras que han sido donadas a distintos comedores y organizaciones sociales de la ciudad. El Mercado del Patio, es otro ejemplo, un espacio para la promoción del desarrollo económico y cultural de la ciudad y la región, cuyo eje central es un mercado minorista de productos alimenticios de calidad.

Es fundamental para el éxito del programa promover la efectiva incorporación de una dieta sana, y promover la aceptación social de alimentos saludables a través de procesos de sensibilización territorial y actividades de comunicación. En este sentido, la ciudad está trabajando activamente en el desarrollo y dictado de distintos talleres de formación y capacitación, en la generación de espacios de sensibilización con visitas territoriales y en el diseño e implementación de la estrategia de comunicación que sea efectiva.

Y por último, teniendo en cuenta el nuevo escenario que plantea la pandemia del COVID 19 y, aprovechando la extensa experiencia de la ciudad de Rosario en materia de articulación público-privada, el municipio adopta como instrumento de gestión para llevar adelante el programa, una Alianza para la Innovación y Sustentabilidad del Sistema Alimentario Local. Esta alianza está concebida como un espacio de articulación institucional con capacidad para convocar y movilizar, desde el municipio, a socios estratégicos tales como universidades, organizaciones civiles, bancos de desarrollo, empresas privadas e instituciones representativas del entramado productivo, entendiendo que para hacer realidad un sistema alimentario urbano sostenible e inclusivo, se necesita del aporte de todos. Rosario forma parte, además, de la Microrred de Estrategias Urbanas de Economía Local que impulsa CIDEU, donde comparte experiencias similares con otras ciudades iberoamericanas.

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