Lograr un entorno igualitario y asentamientos sostenibles y productivos son, sin duda, los principales retos en materia de desarrollo urbano. Percepciones como la seguridad, oportunidades de trabajo, unificación familiar e incluso el idioma, son los factores que han incidido en la decisión, si bien voluntaria pero indirectamente forzada, de aquellos que emprenden un viaje sin fecha de retorno a distintas partes del mundo, generando flujos migratorios que representan un reto para la ciudades de acogida.
Ecuador se encuentra entre los principales destinos escogidos por la población en situación de movilidad humana provenientes de países como Venezuela y Colombia. Cuenca, dada sus características, se ha convertido en una de las principales ciudades del Ecuador de acogida de la comunidad venezolana. De acuerdo al Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes- Capítulo Ecuador, aproximadamente 38.300 personas, entre refugiados y migrantes, se encuentran asentados en la ciudad.[1]
Esta situación ha generado la necesidad de explorar opciones que permitan brindar un acceso igualitario a toda la población, independientemente de su procedencia o lugar de origen, a vivienda, educación, servicios básicos, transporte y seguridad, logrando una ciudad más inclusiva, sostenible y resiliente, como lo indica el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11.
Es en este marco que el 25 de abril de 2007 nace el proyecto municipal Casa del Migrante de la Alcaldía de Cuenca, cuyo funcionamiento está regulado mediante ordenanza cantonal desde el 6 de abril del 2010. Su misión se centra en la protección y defensa de los derechos de las personas en situación de movilidad humana y sus familias, mediante un trabajo articulado a nivel local, nacional e internacional con instancias involucradas en el tema. Desde sus inicios la Casa del Migrante ha buscado desarrollar, fortalecer y ejecutar procesos integrales que permitan generar, ampliar y/o consolidar políticas, planes, programas y proyectos que mejoren la situación de los migrantes y sus familias.
Es así que actualmente la Casa del Migrante cuenta con un abanico de servicios que incluye: servicios de asesoría legal, atención psicológica, ayuda humanitaria, servicios sociales, servicio de infocentro, capacitaciones, talleres, servicios de acompañamiento, asistencia para inserción en el sistema educativo, espacio intercultural de movilidad humana, entre otros. La efectiva labor de esta dependencia ha permitido llegar durante el año 2022 a un total de 507 beneficiarios directos y 1521 indirectos.[2] Estos datos representan cientos de historias de superación e inserción económica y social.
Sin lugar a dudas esta labor no hubiese sido posible sin la articulación y el apoyo de diferentes aliados que han sido claves para concertar acciones, que permiten alcanzar los resultados deseados impactando positivamente no solo en la vida de los migrantes sino en la realidad de la ciudad como tal. A través de convenios de cooperación interinstitucional, esta dependencia municipal colabora con diferentes Organizaciones No Gubernamentales (ONG) e instituciones y organizaciones internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Hebrew Immigrant Aid Society (HIAS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC). Además, se articula a nivel nacional con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana e incluso se han sumado a su labor comunidades extranjeras residentes en Cuenca como la estadounidense, actores de la sociedad civil y del sector privado, lo que ha permitido potencializar el trabajo.
Producto del trabajo articulado y los espacios de diálogo sobre interculturalidad e inclusión, se ha propiciado la elaboración de políticas públicas locales, cuyo objetivo es proteger de manera integral los derechos de los migrantes, como es el caso de la Ordenanza Municipal de Movilidad Humana. Además, la Casa del Migrante ha encabezado importantes campañas como “No me llames Extranjero”, “Cuenca Multicolor” y el evento: “Encuentro de las Culturas”, que hasta el momento lleva 19 ediciones, logrando con éxito un intercambio cultural que ha permitido a los cuencanos conocer y apreciar las tradiciones, arte y costumbres de con quienes compartimos la ciudad.
Conocer de cerca
la realidad de los proyectos de la Casa del Migrante da cuenta de que el actual
escenario global invita a los gobiernos locales a replantear sus prioridades y
enfoques. Si bien las olas migratorias pueden generar incertidumbre en algunos
sectores de la población, lo único cierto es que se trata de un fenómeno social
que no va a detenerse, por lo que, considerando que este factor claramente
incide en el crecimiento urbano de una ciudad, es necesario que los gobiernos locales incorporen dentro de su
planificación este elemento con la finalidad de dar una respuesta oportuna a
las necesidades de este sector de la población lo que permitirá transformar a
las urbes en sociedades inclusivas, igualitarias y resilientes. Un trabajo
articulado entre todos los actores podrá marcar la diferencia y propiciará un
crecimiento urbano mucho más ordenado y seguro para todos y todas.
[1] GTRM Ecuador. (2022). Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes. https://www.r4v.info/es/ecuador
[2] Fuente: Archivo de la Casa Municipal del Migrante (Luis Cordero y Honorato Vázquez, Cue – EC)
Web: La Casa del Migrante https://www.cuenca.gob.ec/content/centro-de-movilidad-humana-e-interculturalidad-casa-del-migrante