Redes de ciudades

Las ciudades latinoamericanas y el papel de las asociaciones municipales

Latinoamérica vive momentos de una complejidad sin precedente: profundización de la pobreza, desbordamiento de la inseguridad urbana, crecientes expresiones de ingobernabilidad, déficits cada vez mayores de infraestructuras sociales, centralismo que agobia a ciudades y regiones, más allá de las crisis sanitarias y climáticas. Todo un entorno que abre espacios a la agudización de las desigualdades sociales.

Frente a ello, todos los órdenes de gobierno, y especialmente los gobiernos locales, tenemos el deber de construir un orden del desarrollo sobre bases más sólidas y perdurables. Desafío nada fácil si conocemos la larga historia de centralismo y frágil vida institucional de los actores públicos en casi toda la región.

Ese historial nos ha dificultado establecer una arquitectura política, constitucional, competencial, hacendaria y de gobernanza que resuelva las muchas y complejas problemáticas de ciudades que -a la vez- acogen cada vez más poblaciones demandantes de satisfactores, siendo la región más urbanizada del mundo.

Frente a ello, tenemos también buenas razones para un optimismo razonado: esta generación hemos definido una Nueva Agenda Urbana, unos Objetivos del Desarrollo Sostenible y una Agenda 2030. Tenemos ahí una visión y una hoja de ruta.

Esos instrumentos son un pacto de amplio consenso, que señala metas, propósitos tangibles, visión estratégica, oportunidad de medir resultados, un plan de localización de ODS y la oportunidad de contribuir a mejorar la armonía del desarrollo que el planeta esta rápidamente perdiendo.

En nuestra región latinoamericana es imperativo construir una alianza múltiple y de gran alcance para contener el deterioro político, social, económico y ambiental que está afectando a la mayoría de los 33 países, y en algunos casos de forma dramática y casi irreversible.

Ante la ausencia de políticas de estado y de un acuerdo hemisférico que oriente el desarrollo con mayor certidumbre, debemos preguntarnos cuál es el papel de los líderes y de las instituciones locales, y es ahí donde las asociaciones de gobiernos locales debemos asumir una clara responsabilidad.

Con el liderazgo de CGLU a nivel mundial y con la responsabilidad de FLACMA como entidad coordinadora de los gobiernos locales de Latinoamérica y el Caribe, y como Sección Latinoamericana de la propia CGLU, hoy tenemos un plan y una ruta.

Por ello es que FLACMA postula varias líneas de actuación para los gobiernos locales: 1) unidad regional basada en la colaboración; 2) proyecto de desarrollo con bases firmes y gobernanza; 3) agendas sectoriales que generen progreso y bienestar; 4) colaboración horizontal, cooperación internacional y financiamiento; y 5) asociacionismo, alianzas y coordinación entre órdenes de gobierno.

Para ello, promovemos la estructuración de un amplio movimiento de gobiernos locales que agrupe a las 16,400 ciudades y los 200 gobiernos regionales con una agenda común; y para ello es que hemos promovido el trabajo concertado entre las más de 65 asociaciones nacionales de gobiernos locales, las 30 redes de ciudades regionales y las más de 200 plataformas que trabajan en diferentes ámbitos del desarrollo local.

Todos juntos estamos promoviendo vínculos de relacionamiento con organismos multilaterales (ONU, OEA, CEPAL, SEGIB, Parlatino, CELAC, SICA, etc.), el agrupamiento de nuestro movimiento dentro del organismo mundial de ciudades (CGLU), la vinculación de las redes regionales (UCCI, UIM, CIDEU, ICLEI, GcoM, etc.), y la gestión de agendas políticas con gobiernos nacionales y congresos.

Impulsar la descentralización y sentar las bases de un desarrollo sostenible con énfasis local no es, desde luego, una tarea fácil; por ello también trabajamos junto a líderes de la sociedad civil, instituciones académicas, entidades privadas, organismos internacionales y agencias de cooperación, buscando concertar esfuerzos para mejorar la calidad de vida de nuestra gente en cada ciudad, cantón, distrito, municipio, comunidad local o barrio.

Nadie hará por nosotros lo que a nosotros nos corresponde atender. Somos los latinoamericanos y nuestras organizaciones públicas, sociales o privadas las que debemos ser protagonistas de un mejor futuro.

Por ello FLACMA ha emprendido en Latinoamérica hace varios lustros actuaciones institucionales orientadas a acelerar la localización de los ODS, de la Nueva Agenda Urbana y de la Agenda 2023.

En alianza con entidades internacionales, académicas y de la sociedad civil, trabajamos concertadamente en los ámbitos de actuación de cada uno de ellos y en sucesivos procesos donde tienen sus propias fortalezas.

Después de 41 años de su fundación, FLACMA vive un momento de crecimiento y fortaleza, y tiene muy clara su misión principal de impulsar una agenda de desarrollo local orientada a mejorar la calidad de vida de los más de 650 millones de personas que habitamos las ciudades de la Región.

Por eso, impulsamos un plan amplio de iniciativas, proyectos, programas o eventos institucionales, en los que movilizamos nuestra estructura política, asociativa e institucional. Solo mencionaré tres de nuestros 49 proyectos institucionales: el Plan de Vinculación Internacional que busca fondos y asistencia técnica para iniciativas locales; la Estrategia de Aprendizaje entre Asociaciones y Ciudades y la creación del Instituto latinoamericano de Formación Municipal; o el Premio Latinoamericano al Buen Gobierno Municipal, que reconoce anualmente proyectos emblemáticos y replicables de las ciudades.

Para lograr la puesta en práctica de nuestro plan de acción tenemos un cuerpo directivo integrado en nuestro Buró Ejecutivo, hemos creado 15 redes de alcaldes, 5 consejos con aliados, 3 oficinas internacionales en las principales regiones del mundo, y 14 comisiones de trabajo institucionales temáticas.

Tenemos también una estructura territorial con representaciones en cada uno de los 33 países, 3 confederaciones subregionales (Centroamérica y el Caribe, Zona Andina, y Sudamérica), y una sede permanente en Ciudad de México.

Muchas de nuestras actuaciones en las últimas décadas han sido desarrolladas en estrecha colaboración con el CIDEU, organismo con el que nos une una larga e intensa historia de iniciativas realizadas en forma conjunta.

Tenemos una visión y un compromiso común, que es la modernización de las gestiones urbanas, y que seguramente tendrá larga vida.

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