Ciudades CIDEU

Medellín, ejemplo de transformación urbana y desarrollo social a través de la internacionalización

Hace unas décadas, Medellín era sinónimo de fracaso y desesperanza. Los años 90 estuvieron marcados por la violencia y el crimen, posicionando a la ciudad como un epicentro del narcotráfico a nivel mundial. Sin embargo, en pocos años, estamos escribiendo una nueva historia basada en la resiliencia, la innovación y el desarrollo sostenible.

Hoy, somos una urbe en constante evolución, reinventándonos una y otra vez para ofrecer a quienes nos visitan y deciden invertir en nuestro territorio una plataforma sólida, confiable y vibrante. Medellín ha superado la adversidad con esperanza y transformación social, consolidándonos como un referente mundial en procesos de urbanismo, movilidad y sostenibilidad.

La comunidad internacional ha sido protagonista en proyectos emblemáticos de esta historia: Metro de Medellín, con su sistema integrado de metro, tranvía, metrocables y buses articulados, ha revolucionado la movilidad y la inclusión social. La Comuna 13, antes afectada por la violencia, es hoy un símbolo de turismo, arte urbano y desarrollo con sus icónicas escaleras eléctricas. Parques del Río ha recuperado el entorno del Río Medellín, integrando espacios públicos verdes, mientras que los Corredores Verdes han convertido el cemento en vegetación, reduciendo la contaminación y mejorando la calidad del aire.

Estos proyectos son solo una muestra de cómo nos hemos convertido en referente mundial de urbanismo, sostenibilidad e innovación social.

La internacionalización como estrategia de transformación

En este proceso de cambio, la internacionalización ha jugado un papel fundamental. Medellín no solo ha trabajado en su propia transformación, sino que ha fortalecido sus lazos con el mundo, estableciendo alianzas estratégicas y promoviendo la cooperación para el desarrollo.

En este camino, la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana (ACI Medellín), desde su creación en 2002, ha sido un actor clave en la consolidación de la imagen de la ciudad en el contexto global. A través de la articulación con organismos internacionales, embajadas, redes de ciudades y empresas extranjeras, ha impulsado proyectos que han sido ejemplo de éxito y han permitido que hoy nos vean como un socio confiable para la inversión y la cooperación.

El mundo hoy nos reconoce, no por nuestro pasado, sino por la capacidad para reinventarnos y construir un futuro próspero, donde la innovación y el desarrollo sostenible continúen siendo los pilares del crecimiento.

La ACI Medellín ha sido un puente entre la ciudad y el mundo, facilitando la llegada de inversores, cooperantes y expertos internacionales que han contribuido a la evolución urbana de la región. Desde la Agencia hemos promovido la atracción de inversión extranjera directa por más de USD $ 3.7 mil millones, impactando sectores clave como la tecnología, energías renovables, educación y turismo. Además, hemos gestionado más de USD $ 131 millones en cooperación internacional para proyectos que han transformado la ciudad y mejorado la calidad de vida de los habitantes.

Innovación social y urbanismo para una ciudad incluyente

Uno de los ejes más destacados en la transformación urbana ha sido la inclusión social. A través de la cooperación internacional, hemos impulsado proyectos emblemáticos como el sistema de transporte público integrado (Metrocable y Tranvía), los Parques Biblioteca y las Unidades de Vida Articulada (UVA), que han llevado educación, cultura y oportunidades a zonas que históricamente estuvieron marginadas.

La estrategia de internacionalización también nos ha permitido posicionarnos como un laboratorio de innovación social y urbanística. Hemos recibido más de 35 premios internacionales, incluido el Lee Kuan Yew World City Prize, conocido como el “Nobel de las ciudades”, y el C40 Bloomberg Philanthropies Award, que reconoce los esfuerzos en sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.

Reflexiones y desafíos para el futuro

¿Cómo pueden otras ciudades replicar este modelo de desarrollo basado en la confianza, la cooperación y la sostenibilidad?

El reto para el futuro es consolidar estos avances y asegurar que la transformación de Medellín continúe beneficiando a todas las comunidades. La ciudad enfrenta nuevos desafíos, como la adaptación al cambio climático y la transición hacia una economía del conocimiento, donde la innovación y la educación serán fundamentales.

La apuesta actual de la ACI Medellín es atraer inversión inteligente y focalizada para la generación de empleo y beneficio a la comunidad de manera sostenible, así como la gestión de recursos para los proyectos estratégicos de nuestra ciudad a través de mecanismos de financiación al desarrollo, esto, va de la mano con el fortalecimiento de las capacidades regionales para el acceso a este tipo de recursos. Finalmente, consideramos fundamental continuar trabajando con la sociedad civil para aumentar el impacto social y la sostenibilidad de los proyectos en el territorio.

Así, la experiencia de la ACI Medellín da cuenta de la importancia del posicionamiento internacional de las buenas prácticas locales para generar lazos de confianza que permitan un relacionamiento efectivo con el resto del mundo, pues ha sido precisamente eso, la confianza, la que nos ha permitido continuar creciendo en un ecosistema internacional tan cambiante.

Nuestra apuesta por el desarrollo sostenible nos ha unido y nos continuará uniendo con el resto del mundo, es por esto, que nuestro foco es seguir aportando al desarrollo de la ciudad región a través de la confianza institucional y las relaciones de valor con otros actores, pues consideramos que esta es la clave para la construcción de un entorno que tenga en el centro al desarrollo sostenible.

En conclusión, el respaldo de la comunidad internacional ha sido clave en la transformación de Medellín. Ahora, queremos que nuestra ciudad sea un modelo de inspiración para otras que enfrentan desafíos similares, ofreciendo nuestras experiencias y buenas prácticas como un camino viable hacia la resiliencia, el desarrollo sostenible y el éxito compartido.

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Ciudades CIDEU, Smart Cities

Transformación digital: un pilar de la Ciudad de Mendoza

La Ciudad de Mendoza avanza firmemente en su visión de convertirse en una ciudad inteligente, humana y abierta al mundo. Este camino de transformación digital ha permitido a la administración municipal integrar innovación tecnológica con sostenibilidad, inclusión social y participación ciudadana, marcando un precedente en el ámbito local e internacional.

Desde diciembre de 2019, la gestión municipal se propuso gobernar bajo un modelo de triple impacto, que prioriza el desarrollo económico, la inclusión social y la conservación del ambiente. La pandemia de COVID-19 aceleró este proceso, requiriendo soluciones innovadoras para garantizar la eficiencia gubernamental y el bienestar de la población, especialmente los sectores más vulnerables.

En este contexto, surgió la necesidad de implementar tecnologías basadas en datos, georreferenciación e inteligencia artificial. Una de las iniciativas clave fue la creación de la coordinación de Infraestructura de Datos Espaciales (IDE), formalizada a través del Decreto 1384/2021, con el propósito de modernizar la gestión municipal mediante el uso de datos fomentando la transparencia y la participación ciudadana.

INNOVACIONES QUE TRANSFORMAN

El camino hacia la transformación digital ha estado marcado por hitos significativos que reflejan el compromiso de Mendoza con la tecnología al servicio de las personas. Entre ellos, destacan:

Creación de la Dirección de Transformación Digital, Gobierno Abierto y Smart Cities El 29 de diciembre de 2023, se emitió el Decreto Nº 1595 que establece la creación de esta dirección, dependiente de la Intendencia de la Ciudad de Mendoza. Su misión es promover la innovación y la digitalización en la administración municipal, consolidando el uso de tecnología para mejorar los servicios públicos y fomentar una gestión basada en datos. Este enfoque ha llevado a logros destacados, como la obtención de la Certificación Plata de What Works Cities en 2024, un reconocimiento al uso eficiente de datos y evidencia para la toma de decisiones. Esta certificación refuerza el compromiso de Mendoza con una gestión eficiente y orientada al bienestar de sus habitantes.

Creación del Comité Local de Inteligencia Artificial (CLIA) Este espacio impulsa el uso de la IA para diseñar políticas públicas innovadoras, fomentando la colaboración entre el gobierno, instituciones, empresas y la sociedad civil. https://gobiernoabierto.ciudaddemendoza.gob.ar/comite-ia.html

Lanzamiento de la web Ciudad Inteligente Un portal diseñado para facilitar el acceso a herramientas de participación, información pública y programas de gobierno, promoviendo la transparencia y una comunicación más efectiva con la ciudadanía. Más información aquí https://gobiernoabierto.ciudaddemendoza.gob.ar/index.html

Nueva web de Turismo y Cultura Este portal ofrece a los visitantes una experiencia moderna e integral para explorar los atractivos de la ciudad, destacando a Mendoza como un destino turístico innovador. Descubre más aquí https://turismo.ciudaddemendoza.gob.ar/

INNOVACIÓN CON PROPÓSITO

Mendoza tiene una visión clara de su futuro: ser una ciudad que combine desarrollo tecnológico con un crecimiento humano y sostenible. Una ciudad humana donde la tecnología esté al servicio de sus habitantes, visitantes y turistas.

La innovación, aunque plantea desafíos, también abre infinitas oportunidades. En Mendoza, este proceso no solo busca mejorar la calidad de vida de sus residentes, sino también ofrecer soluciones inclusivas para quienes transitan, trabajan o visitan la ciudad.

Invitamos a toda la comunidad a ser parte de este proceso de transformación, construyendo juntos una ciudad más innovadora, abierta y sostenible.

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Ciudades CIDEU

Participación ciudadana como pilar del desarrollo urbano sostenible: El Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos

En la búsqueda constante por mejorar la calidad de vida urbana y avanzar hacia ciudades más sostenibles, la participación activa de la ciudadanía se erige como un elemento clave. En esta lógica, el Plan Estratégico de Desarrollo de la Provincia Espaillat, en República Dominicana, promueve la implementación del Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos, una iniciativa que promueve la colaboración entre las autoridades locales y la población para fortalecer la gobernanza urbana y garantizar la sostenibilidad de los espacios urbanos.

Nace como respuesta a la necesidad de involucrar a la comunidad en la gestión del espacio público, permitiendo una participación directa y activa en la observación y denuncia de problemáticas urbanísticas que afectan el bienestar común. Esta figura busca mejorar la infraestructura y el entorno urbano, así como fomentar la conciencia ciudadana y el sentido de responsabilidad con el entorno, elementos esenciales para avanzar en el desarrollo urbano sostenible.

Es un modelo de voluntariado que tiene como objetivo dotar a inspectores/as urbanos/as registrados/as de las capacidades técnicas necesarias para abordar situaciones que requieren intervención, tales como barreras arquitectónicas, vertidos ilegales de residuos o construcciones sin licencia, entre otros. Así, este cuerpo contribuye a la identificación de problemáticas locales y la formulación de soluciones, alineadas con los objetivos de desarrollo urbano sostenible (ODS).

La implementación de este modelo promueve la participación e integra una visión inclusiva y diversificada que tiene en cuenta la equidad de género y la accesibilidad para personas con discapacidad. La inclusión de todos los sectores de la sociedad en el proceso de vigilancia urbana es esencial para lograr un entorno urbano justo, donde cada persona, independientemente de su condición, tenga acceso a un espacio público libre de barreras físicas, sociales y culturales.

Uno de los aspectos más destacables es que el Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos está compuesto por personas que no están motivadas por compensaciones económicas, sino por un sentimiento altruista y solidario con el desarrollo de su comunidad. Esto, sumado a la formación y el apoyo continuo que reciben, fortalece la gobernanza local y mejora la capacidad de los municipios para abordar desafíos urbanos de manera más eficiente y participativa.

Hasta la fecha, esta iniciativa ha sido adoptada en cuatro municipios de la Provincia Espaillat: Moca, Jamao, Cayetano Germosén y Gaspar Hernández, con un total de 50 personas voluntarias en proceso de formación. Este proceso de capacitación técnica es fundamental para asegurar que están bien equipadas para identificar problemas y ofrecer soluciones basadas en un conocimiento profundo del territorio. Además, es crucial que las autoridades locales reconozcan el trabajo de estas personas y faciliten su integración en los procesos de toma de decisiones y en la gestión de recursos.

La creación del Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos es, sin duda, un paso positivo hacia la construcción de ciudades más inclusivas y sostenibles. Sin embargo, se deben seguir explorando estrategias que permitan fortalecer el compromiso de la ciudadanía con el desarrollo urbano, promoviendo la denuncia de los problemas y la propuesta activa de soluciones.

También ampliar la formación de personal voluntario en áreas como gestión ambiental, derechos humanos y gobernanza urbana, para asegurar que están preparados/as para abordar problemas más complejos de manera integral. Asimismo, se debe fomentar una mayor coordinación entre el cuerpo de inspectores/as y las autoridades municipales, para garantizar que las acciones tomadas tengan un impacto real en la mejora de los espacios públicos.

Además, el involucramiento de las mujeres y grupos vulnerables en estos procesos es esencial para lograr un cambio significativo. La inclusión de la perspectiva de género en la inspección urbana contribuirá a crear un entorno más seguro y accesible para todas las personas, independientemente de su sexo, edad o condición física.

El Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos es una propuesta innovadora que sirve como referente de buenas prácticas en República Dominicana, pues fomenta la participación ciudadana como herramienta para la mejora continua del entorno urbano. Este tipo de iniciativas, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los principios de gobernanza democrática, tienen el potencial de transformar las ciudades, haciendo de ellas espacios más sostenibles, inclusivos y resilientes.

Es necesario seguir apoyando y desarrollando este tipo de iniciativas voluntarias, que benefician a las comunidades locales, y contribuyen al fortalecimiento de una ciudadanía responsable y comprometida con el bienestar común.

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Ciudades CIDEU, Sostenibilidad

Cuenca: Transformando residuos en energía limpia

La sostenibilidad urbana y la eficiencia energética se han convertido en ejes claves de las estrategias urbanas para las ciudades de todo el mundo, especialmente en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y la contaminación ambiental. La ciudad de Cuenca, en Ecuador, ha dado un paso innovador al implementar un proyecto de generación de energía a partir de biogás en su relleno sanitario de Pichacay. Este proyecto no sólo ha permitido la producción de electricidad limpia, sino que también ha contribuido a la reducción de gases de efecto invernadero y ha fomentado una nueva percepción de los residuos sólidos como recursos valiosos. A través de la colaboración público-privada y la participación comunitaria, Cuenca se ha posicionado como un modelo a seguir en América Latina.

Biogás y energía limpia: un hito para Cuenca

En julio de 2017, Cuenca inauguró la central de generación a biogás en el relleno sanitario de Pichacay, marcando un avance significativo en la producción de energía limpia. Este proyecto utiliza los residuos sólidos como recurso, extrayendo biogás, compuesto principalmente de metano, para generar electricidad. El metano, uno de los gases de efecto invernadero más potentes, es un subproducto de la descomposición de la materia orgánica en los desechos. A través de un sistema de tuberías, el gas se captura y se utiliza para accionar motores de combustión interna que producen electricidad.

La capacidad de la planta es notable, produce aproximadamente 5.200 MWh de electricidad al año, suficiente para abastecer a 2.800 familias o cargar cerca de 1.400 vehículos eléctricos durante el mismo periodo. Este logro no sólo promueve la generación de energía renovable, sino que también convierte a Cuenca en una ciudad pionera en la gestión de residuos sólidos.

Uno de los impactos más importantes del proyecto es la reducción de gases de efecto invernadero. Desde su puesta en marcha, se han reducido 162.000 toneladas de CO₂ equivalente, lo que equivale a retirar 37.000 vehículos ligeros de las calles durante un año. Este es un avance crucial en la lucha contra el cambio climático, dado que el metano es 28 veces más potente que el CO₂ en términos de su capacidad de atrapar calor en la atmósfera.

Desafíos en el desarrollo e implementación del proyecto

El éxito del proyecto de generación a biogás en Cuenca no estuvo exento de desafíos. A lo largo de su desarrollo e implementación, surgieron varias dificultades técnicas y operativas que exigieron soluciones rápidas y eficientes.

  1. Extracción y captura de biogás: Uno de los mayores retos fue la captura eficiente del biogás generado en el relleno sanitario, antes de que se disipara. Debido a la ausencia de tecnologías para la perforación de rellenos sanitarios en Ecuador, hubo que buscar soluciones en países vecinos, implementando inicialmente pozos construidos mediante perforación para extraer y transportar el gas. Posteriormente, y hasta la fecha, se construyen sistemas continuos que se levantan al mismo ritmo de crecimiento de los cubetos de residuos. La metodología actualmente aplicada permite alcanzar una eficiencia de extracción en promedio del 30%. Mejorar esta cifra es crucial para maximizar la capacidad de generación de energía, por lo que, los procesos y mecanismos que se están implementando, apuntan a alcanzar una eficiencia del 50%.
  • Variabilidad en la producción de gas: La producción de biogás no siguió las curvas esperadas basadas en estudios previos. El biogás se generó más rápidamente de lo anticipado, lo que planteó el reto de aprovecharlo en un periodo más corto para evitar su pérdida. Esta situación obligó a la empresa a ajustar sus tiempos de operación.
  • Cambio en la metodología: Debido a la rápida depleción del biogás, se tuvo que modificar la metodología de su aprovechamiento. Este cambio impactó directamente la operación del relleno sanitario y exigió una intervención más directa por parte de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC EP) y sus socios. Las nuevas prácticas incluyeron una mayor supervisión y ajuste constante en las zonas donde el gas se genera.
  • Operaciones en tiempo real: La coordinación en tiempo real entre el equipo de operaciones y EMAC EP resultó ser un desafío logístico importante. Asegurar que el biogás fuera capturado y utilizado de manera eficiente requirió una sincronización constante, lo que aumentó la complejidad operativa del proyecto.
  • Pérdidas de materia orgánica: La lixiviación y las fugas durante el proceso de descomposición de los residuos provocaron la pérdida de materia orgánica, lo que disminuyó la cantidad de biogás disponible para la generación de energía. Este fenómeno es un desafío continuo en la optimización del proceso y requiere ajustes técnicos constantes para minimizar las pérdidas.
  • Logística y construcción: La construcción de la infraestructura necesaria para el proyecto implicó un complejo proceso de coordinación de obras civiles, eléctricas y de instalación de redes de gas. La magnitud de las operaciones logísticas también supuso un reto considerable, tanto en términos de recursos como de tiempo.

Colaboración público-privada y participación comunitaria

El éxito de esta iniciativa ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre EMAC EP y BGP ENGINEERS, a través de la compañía mixta EMAC-BGP ENERGY CEM. Esta alianza público-privada ha superado los obstáculos logísticos y operativos, permitiendo la implementación de tecnologías avanzadas para la captura y aprovechamiento energético del biogás.

Otro componente esencial ha sido la participación activa de la comunidad. La ciudad ha promovido la clasificación de residuos en la fuente, impulsando una cultura de valorización de los residuos sólidos. A través de programas educativos y la implementación de centros de acopio y puntos limpios, Cuenca ha logrado involucrar a sus ciudadanos en la gestión responsable de los desechos, lo que ha aumentado la eficiencia del proyecto de biogás.

Perspectiva a futuro

La sostenibilidad a largo plazo del proyecto está asegurada con la expansión planificada del relleno sanitario de Pichacay, que recibe alrededor de 550 toneladas de residuos al día. Esta ampliación, que incluye sistemas de extracción de biogás, extenderá la vida útil del relleno hasta al menos 2035.

Además, la expansión incluye la construcción de una planta de compostaje financiada por la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), que será la más grande del país. Esta planta permitirá duplicar la producción de compost, fomentando la economía circular y mejorando la sostenibilidad del sistema de gestión de residuos en Cuenca.

El proyecto de generación de electricidad a partir de biogás en Cuenca ha establecido un precedente en América Latina y el mundo. Al transformar los residuos sólidos en una fuente de energía renovable, Cuenca ha demostrado que es posible abordar los desafíos ambientales y energéticos de manera innovadora y sostenible. La experiencia de la ciudad es un ejemplo inspirador de cómo la innovación tecnológica y la colaboración efectiva pueden convertir los desafíos ambientales en oportunidades de desarrollo sostenible. A pesar de los desafíos técnicos y logísticos, la ciudad ha demostrado que, con visión y compromiso, es posible crear soluciones que beneficien al medio ambiente y a la economía local.

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Ciudades CIDEU, Congreso CIDEU, Sostenibilidad

Innovación Urbana Sostenible, el compromiso que asumen las ciudades y entidades de CIDEU

Del 3 al 5 de julio la ciudad de Zaragoza acogió el XXVI Congreso CIDEU, que contó con la participación de más de 100 representantes de 50 ciudades e instituciones iberoamericanas, quienes compartieron experiencias y aprendizajes sobre los retos que conlleva la innovación urbana sostenible en las ciudades, desde tres enfoques: tecnologías para una ciudad innovadora, innovación para una ciudad sostenible y resiliente, y gobernanza para una ciudad inclusiva. En la Asamblea General, las ciudades y entidades de la red suscribieron la Declaración de Zaragoza

Como se debatió en el pasado congreso de CIDEU en Mendoza 2023, las ciudades cobran fuerza como grandes protagonistas para afrontar los desafíos globales del siglo XXI. Los procesos de urbanización y concentración en las ciudades, la crisis climática y otras crisis encadenadas exigen respuestas innovadoras. En un mundo en cambio constante es indispensable abordar el futuro urbano desde el pensamiento estratégico, con un enfoque innovador y creativo, para responder a las necesidades del planeta y de las personas, y hacer nuestras ciudades más inclusivas, amigables y sostenibles.

Una ciudad innovadora es aquella que aúna sostenibilidad, talento, competitividad, eficiencia, inclusión y gobernanza participativa, buscando nuevas soluciones creativas a los problemas y desafíos que enfrenta. En la quinta revolución industrial, en la que adquieren protagonismo las tecnologías inteligentes basadas en una colaboración entre humanos y máquinas, también es importante abordar la utilización de las herramientas tecnológicas para dar respuesta a estos retos. De esta manera, innovación social y tecnológica van de la mano, con nuevas formas de pensar, actuar y evaluar.

Zaragoza, sede del XXVI Congreso de CIDEU, apoyado en su Estrategia Zaragoza +20, su Plan de Acción de la Agenda Urbana y el Plan Estratégico de Proyección Exterior 2022-2030, ha llevado a cabo en los últimos años políticas de desarrollo en materia de innovación urbana sostenible, avanzando hacia un territorio inteligente con las personas como centro, en el que se pueda cumplir su objetivo de ser ciudad climáticamente neutra para el año 2030, para el que ha sido elegida por la Comunidad Europea, junto con otras 100 ciudades.

Este congreso trajo la oportunidad para reflexionar conjuntamente sobre los retos de la innovación urbana sostenible en diferentes ámbitos: nuevas tecnologías, sostenibilidad y gobernanza; en concreto, se abordaron enmarcados en tres grandes conceptos: Tecnologías para una ciudad innovadora, Innovación para una ciudad sostenible y resiliente y Gobernanza para una ciudad inclusiva. Desde esta perspectiva integral de la innovación, a lo largo de tres días se compartieron experiencias, proyectos y realidades de las distintas ciudades, que dieron pistas de cómo avanzar en la planificación y gestión innovadoras de las ciudades. 

Como resultado las Ciudades socias de CIDEU reunidas en Asamblea General suscribieron la Declaración de Zaragoza cuyos principales puntos se detallan a continuación:

  • Aprobamos la necesidad de enfocar las ciudades hacia una innovación urbana sostenible, avanzando hacia territorios inteligentes con las personas como centro de las estrategias de desarrollo, con la neutralidad climática como faro de buena parte de las políticas públicas
  • Reiteramos nuestra voluntad para incorporar al pensamiento estratégico de la ciudad el papel de la sostenibilidad en la gestión urbana en todas sus acepciones, a través de proyectos específicos y de manera transversal en nuestra gestión pública. Así en el ámbito de nuestra responsabilidad en la lucha contra el reto climático remarcamos la necesidad de alinear y diseñar las medidas y recursos de mitigación y adaptación, así como de reforzar la capacidad de resiliencia urbana, y minimizar la vulnerabilidad de nuestras urbes
  • En este sentido, consideramos que la participación ciudadana puede y debe ser reforzada empleando las nuevas herramientas tecnológicas, siempre con cuidado y atención por parte de los gestores públicos para evitar la llamada ‘brecha digital’ en cuanto a su acceso a la gobernanza urbana, siempre en la óptica inclusiva de no dejar de lado a ningún residente, independientemente de su género, edad, funcionalidad, condición económica, orientación sexual o religiosa u origen, para conseguir una ciudad justa y segura, y con la mayor equidad posible.
  • Apoyamos, en la línea de la Ciudad Innovadora Sostenible objeto del presente Congreso, la transición energética, la economía circular, y la disminución de la huella de carbono, reduciendo el consumo y un uso más eficiente de la energía y los recursos, de forma innovadora tanto tecnológica como socialmente. La innovación urbana sostenible, desde el punto de vista de la gestión, e impacto de recursos y servicios de la ciudad, debe contribuir a su sostenibilidad, con planes de desarrollo equilibrados, asumiendo con rigor y adecuada previsión y planificación de futuro.
  • Abogamos por aunar resiliencia urbana y la economía del conocimiento, particularmente en el sentido de mezcla de diferentes usos urbanos. Las experiencias en diferentes continentes muestran que, dentro de las urbes, los distritos tecnológicos monofuncionales, con un único uso urbano productivo, no encajan dentro del esquema de las ciudades densas, compactas y seguras, por lo que, a la hora de plantear nuevos desarrollos urbanos tecnificados, la mezcla de usos, con la inclusión de vivienda, equipamientos y espacios verdes, es el único modo de hacer ciudad de calidad. Una ciudad que reduzca la dispersión urbana frenando la expansión incontrolada, actuando en el entorno construido, planificando en clave de proximidad.
  • Mostramos, como en anteriores ocasiones, nuestra disposición, como ciudades de la red CIDEU, a profundizar en el diálogo y en el aprendizaje permanente y mutuo, para trabajar en la generación de propuestas dirigidas a las instancias legislativas y a las administraciones, instando a los gobiernos a promover innovación y avances tecnológicos orientados hacia una perspectiva integral de ciudad sostenible, y de elevada calidad urbanística, capaz de afrontar los grandes retos sociales y medioambientales, a través de medidas regulatorias y financieras, que permitan a su vez un papel más activo de las ciudades en dichas estrategias.
  • Somos conscientes del papel que ejercen las ciudades en un desarrollo sostenible, inclusivo y equilibrado lo que supone avanzar en formas innovadoras de pensar y gestionar nuestras urbes de manera participativa y colaborativa.
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