Ciudades CIDEU

De ciudades digitales a ciudades inteligentes: Modelo Unificado de Datos para la Municipalidad de San Martín

En un mundo donde la digitalización está redefiniendo la gestión pública, los gobiernos locales enfrentan el reto de transformar la inmensa cantidad de datos generados en conocimiento útil para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Sin un enfoque estructurado, la tecnología puede quedar fragmentada en iniciativas aisladas, limitando su impacto y sostenibilidad a largo plazo.

La clave para una transición exitosa hacia una ciudad inteligente radica en la capacidad de los gobiernos locales de gestionar de manera integrada y eficiente la información de sus territorios. 

En este marco, la Municipalidad de San Martín ha desarrollado su propuesta para un Modelo Unificado de Datos,  una iniciativa que busca consolidar la transformación digital del municipio y avanzar hacia una ciudad verdaderamente inteligente. Este modelo unificado de datos se presenta como una solución estratégica para centralizar, analizar y utilizar estos datos con el objetivo de optimizar la toma de decisiones, mejorar la prestación de servicios y fomentar la participación ciudadana.

El Desafío: De Ciudades Digitales a Ciudades Inteligentes

Las ciudades digitales han avanzado en la incorporación de tecnología para la gestión urbana, pero muchas veces de manera fragmentada y sin una estrategia de integración a largo plazo. Este fenómeno ha llevado a que múltiples gobiernos locales enfrenten dificultades para coordinar sus sistemas de información, generando ineficiencia, duplicación de esfuerzos y pérdida de oportunidades en la gestión pública.

Para los/as líderes de gobiernos locales, el desafío no es sólo adoptar nuevas tecnologías, sino garantizar que estas trabajen en conjunto dentro de un marco coherente de gobernanza y sostenibilidad. La transición hacia una ciudad inteligente implica un cambio de paradigma en la administración municipal, donde los datos se convierten en el eje central para mejorar la planificación urbana, la seguridad, el transporte, la gestión ambiental y la eficiencia energética.

El siguiente gráfico ilustra la situación actual de los sistemas municipales de San Martín, evidenciando la fragmentación de la información. Actualmente, cada área opera con su propio ecosistema digital, generando silos de datos que dificultan la interoperabilidad y el análisis integral. 

Para los/as líderes de gobiernos locales, esta problemática presenta varios desafíos clave:

  1. Fragmentación de la información: El diagrama muestra una red dispersa de portales y sistemas que operan de forma independiente, lo que dificulta la coordinación entre áreas. Esto genera redundancia, falta de consistencia y problemas en la gestión de datos.
  2. Dificultad en la toma de decisiones basada en datos: Al no existir una integración efectiva entre sistemas como el Portal del Ciudadano, el Portal de Habilitaciones, el Sistema de Gestión Municipal y las plataformas de salud, es complejo obtener información precisa y en tiempo real para definir políticas públicas eficaces.
  3. Falta de interoperabilidad: La existencia de múltiples plataformas, como se refleja en la imagen, limita la posibilidad de generar un ecosistema de datos cohesionado. Sin un modelo unificado, los gobiernos locales se ven obligados a trabajar con sistemas inconexos, ralentizando los procesos administrativos y afectando la eficiencia operativa.
  4. Experiencia del ciudadano fragmentada: Los/as habitantes de San Martín deben interactuar con múltiples portales y sistemas para acceder a servicios municipales, lo que genera una experiencia desarticulada y poco intuitiva. La falta de un acceso centralizado afecta la confianza en la gestión pública y reduce la participación ciudadana.
  5. Seguridad y protección de datos: La existencia de numerosos sistemas independientes aumenta la vulnerabilidad frente a ciberataques y riesgos de fuga de información. Sin una estrategia de integración y seguridad unificada, la protección de los datos ciudadanos queda comprometida.

El Modelo Unificado de Datos de San Martín responde a este desafío con un enfoque holístico, que promueve la interoperabilidad entre sistemas municipales, la optimización de recursos y una toma de decisiones basada en datos en tiempo real.

Hacia un Modelo Unificado de Datos

Para superar estos desafíos, es fundamental avanzar hacia un modelo de datos unificado, que permita integrar los distintos sistemas municipales en una plataforma centralizada. 

Esto implica:

  • Desarrollar una arquitectura de datos interoperable, donde todos los sistemas municipales puedan compartir información en tiempo real sin perder su independencia funcional.
  • Implementar una estrategia de gobernanza de datos, estableciendo estándares y protocolos que aseguren la calidad, seguridad y privacidad de la información.
  • Optimizar la experiencia del ciudadano, ofreciendo un acceso único y centralizado a los servicios municipales a través de plataformas digitales intuitivas y eficientes.
  • Aprovechar el análisis de datos para la toma de decisiones, utilizando inteligencia artificial y analítica avanzada para detectar patrones, predecir necesidades y mejorar la planificación urbana.

Beneficios para una Transición Sostenible

La transición de una ciudad digital a una ciudad inteligente requiere un modelo de datos integrado que garantice la interoperabilidad entre los distintos sistemas municipales. Esto es crucial porque permite consolidar, analizar y aprovechar los datos de manera eficiente para la toma de decisiones basada en evidencia.

  • Mayor eficiencia en la gestión municipal: Optimización de recursos y reducción de costos operativos.
  • Mejor toma de decisiones: Información precisa y en tiempo real para políticas públicas basadas en evidencia.
  • Mejor calidad de vida para la ciudadanía: Servicios más accesibles, seguros y eficientes.
  • Desarrollo económico y atracción de inversiones: Fomento de un ecosistema de innovación y tecnología en la ciudad.

Conclusión

La transformación digital de las ciudades es un paso crucial, pero no suficiente para lograr una ciudad verdaderamente inteligente. La clave está en la integración, la interoperabilidad y la sostenibilidad de los datos. San Martín se posiciona como un referente en América Latina al impulsar un modelo de datos unificado, demostrando que la transición hacia ciudades inteligentes no solo es posible, sino también una necesidad urgente para el futuro urbano.

El desafío ahora es continuar fortaleciendo la gobernanza de datos, promoviendo la colaboración público-privada y garantizando que la tecnología esté siempre al servicio de la ciudadanía. La experiencia de San Martín en este camino será un ejemplo clave para otras ciudades que buscan avanzar hacia una gestión urbana más inteligente y sostenible.

Estándar
Movilidad

La movilidad urbana sostenible: un objetivo común, con desafíos compartidos

La movilidad urbana sostenible es un pilar fundamental en la agenda global del desarrollo urbano. Existen avances en distintos ámbitos como la tecnología, la gestión de datos y la academia que están a la vanguardia de las mejores prácticas y que parecieran mostrar una ruta clara para conseguir ciudades más sostenibles a través de su movilidad.

Sin embargo, a partir de los intercambios generados en la Microrred de Estrategias Urbanas de movilidad urbana sostenible de CIDEU se identificó que, pese a la disponibilidad de conocimiento y herramientas, lograr un sistema de movilidad sostenible sigue siendo una aspiración retadora en varios contextos latinoamericanos. Las ciudades de la región enfrentan desafíos estructurales que limitan su capacidad de aprovechar plenamente los avances actuales.

En este artículo se exploran cuatro desafíos clave que emergieron de estas conversaciones con las ciudades participantes de la microrred, con el objetivo de generar una reflexión colectiva que inspire ideas que permitan superar estas barreras, impulsando a las ciudades hacia un futuro más sostenible, inclusivo y resiliente.

Desfase entre patrones de crecimiento urbano y sistemas de movilidad

Aunque los planes estratégicos para lograr sistemas de movilidad sostenible son fundamentales, existen al menos dos tensiones clave que deben ser consideradas durante su formulación y ejecución.

Primero, las ciudades experimentan un crecimiento constante, lo que genera que los patrones de crecimiento urbano no siempre se alineen con los tiempos de implementación de las soluciones planteadas en estos planes y -en ocasiones- ni con sus trazados. En segundo lugar, aunque muchas ciudades cuentan con instrumentos de planificación urbana, se presenta una dificultad para armonizar los planes de desarrollo urbano con los de movilidad.

De esta manera, puede que la puesta en marcha de los planes resulte ser más lenta que el crecimiento propio de las ciudades, creando un desajuste que desconecta las zonas residenciales, comerciales e industriales de las infraestructuras de movilidad que se planean. Adicionalmente, el reto de la coordinación institucional entre planes podría dar lugar a sistemas de transporte que resultan en una integración deficiente de los diferentes modos de transporte frente a las necesidades de los/as habitantes de las ciudades.

En respuesta a este desafío, las ciudades diseñan elementos que pueden contribuir a gestionarlos. Por ejemplo, la ciudad de Puebla, además de tener el Programa de Movilidad Sostenible  ha contado con un cronograma anual detallado que les ha permitido cumplir hitos a través de los años. Por su parte, Bogotá, desde el 2021, se esforzó por incorporar la visión estratégica de movilidad en el instrumento de planificación territorial aprobado y de manera célere logró formular y aprobar, su Plan de Movilidad Sostenible y Segura, con lo que esperan tener un desarrollo coordinado y armonizado.

Aterrizar los beneficios de una movilidad urbana sostenible para la ciudadanía

En la mayoría de las sesiones de la microrred hubo una constante interrogante sobre cómo lograr el apoyo de la ciudadanía a las soluciones de movilidad sostenible, puntualmente de aquellas que buscan una redistribución del espacio público, dando más espacio a la movilidad peatonal y de ciclistas. Además, se evidencia una resistencia de gremios de transporte en algunas ciudades, y también de los/as usuarios/as al no querer cambiar sus hábitos de movilidad, con una fuerte preferencia por ser recogidos y dejados en la puerta de sus destinos, lo que complican aún más los esfuerzos de desincentivar el uso de vehículos privados.

En respuesta, se destacó la importancia de trabajar con colectivos ciudadanos que puedan brindar soporte a las iniciativas que emprenden las municipalidades. También, se destacó la educación como elemento clave para fomentar un cambio cultural hacía una movilidad más sostenible. Adicionalmente, se reflexionó sobre la importancia de que los modos más sostenibles también mejoren los tiempos de viaje ya que en la experiencia de São Paulo, en la ciudadanía prevalece el llegar rápido a sus hogares sobre las externalidades negativas que tienen los modos de transporte que funcionan mediante combustibles fósiles.

Dificultades para estructurar sistemas de datos útiles y eficaces

Uno de los principales desafíos en el contexto latinoamericano es la recolección de datos sin un propósito claro, lo que lleva a la acumulación de información que no responde a problemas específicos ni contribuye a decisiones efectivas. Además, los datos obtenidos suelen carecer de representatividad, ya que frecuentemente se limitan a las realidades de áreas urbanas centrales o de usuarios del transporte formal, dejando fuera a sectores vulnerables como las zonas rurales o periurbanas. Esta falta de representatividad puede distorsionar los diagnósticos y las políticas públicas, al no reflejar las necesidades de toda la población.

Otro error recurrente es el uso de datos desactualizados o inconsistentes, lo que lleva a tomar decisiones basadas en patrones que ya no corresponden a las dinámicas actuales de las ciudades. A esto se suma la dependencia excesiva de tecnologías externas, como los datos de telefonía móvil o GPS, sin calibrarlos con información local. Esta desconexión entre los datos y la realidad local puede generar diagnósticos erróneos y decisiones ineficaces, lo que resalta la necesidad de una mayor integración entre las fuentes de datos externas y las realidades urbanas específicas.

Por último, otro desafío crítico es la desconexión entre la recolección de datos y la implementación de políticas, debido a la falta de capacidades técnicas o de coordinación entre instituciones. Esto provoca que la información recolectada no se traduzca en acciones concretas. Además, la tendencia a priorizar la cantidad sobre la calidad de los datos diluye los esfuerzos y reduce la efectividad de las herramientas utilizadas para la toma de decisiones. Este panorama subraya la necesidad de un enfoque más estratégico y coordinado en la recolección, análisis y uso de datos para la movilidad urbana en la región.

La visión de largo plazo versus los cambios en liderazgos políticos

Otro desafío para la movilidad urbana sostenible es garantizar la continuidad de los proyectos a pesar de los cambios en los liderazgos políticos. La transición de un gobierno a otro, especialmente en ciclos de cuatro años, puede interrumpir o desviar los planes establecidos, afectando la ejecución de proyectos de infraestructura y políticas de movilidad. Otra forma en la que se expresa este desafío es la fragmentación entre las visiones políticas de diferentes niveles de gobierno, especialmente para proyectos de gran envergadura, como sistemas de transporte público, concesiones de transporte o incluso para la implementación de infraestructura energética, lo que requiere coordinación a escala estatal, metropolitana o federal.

Para contrarrestar estas interrupciones, algunas ciudades han implementado diferentes estrategias. En Colombia, por ejemplo, la alineación de los ciclos electorales entre el nivel nacional y local permite presentar propuestas antes de las elecciones locales, generando en ocasiones un respaldo programático que trasciende los cambios políticos, sin embargo, esto no sucede en todos los casos. Por su parte, Lima ha desarrollado normativas específicas que clasifican y regulan las redes de ciclovías, asegurando su desarrollo continuo independientemente de las administraciones. Finalmente, la ciudad de Puebla enfatizó en la importancia de identificar y trabajar con sectores de la ciudadanía que estén de acuerdo con las políticas de movilidad sostenible, creando un consenso social que respalde las iniciativas de movilidad sostenible, fomentando y exigiendo su continuidad en el tiempo.

Conclusión: la importancia del aprendizaje colectivo

Los desafíos identificados en la búsqueda de una movilidad urbana sostenible son también oportunidades para repensar cómo se planifican, implementan y dan continuidad a las soluciones en las ciudades de América Latina. A pesar de las barreras estructurales, la experiencia de distintas ciudades demuestra que es posible generar ajustes o avances cuando se alinean la planificación urbana y la movilidad, se construye confianza con la ciudadanía, se aprovecha estratégicamente la información y se consolidan políticas a largo plazo.

También es relevante rescatar el papel de los y las servidoras públicas de las ciudades. Si bien los vaivenes políticos son una preocupación común, también lo es la intención de avanzar hacia una movilidad más limpia. Esto debería reconocerse como una ganancia que ha permitido la implementación y sostenibilidad de proyectos y planes a lo largo del tiempo.

Para ello, es clave seguir promoviendo espacios de aprendizaje entre pares que permitan el intercambio de experiencias y lecciones aprendidas entre ciudades. La Microrred de Movilidad Urbana Sostenible ha demostrado que compartir aciertos y errores puede acelerar la implementación de soluciones adaptadas a cada contexto. Construir sobre el conocimiento colectivo fortalece la capacidad de respuesta de las ciudades y abre nuevas oportunidades para seguir avanzando hacia una movilidad urbana más sostenible e inclusiva.

Estándar
Ciudades CIDEU

Medellín, ejemplo de transformación urbana y desarrollo social a través de la internacionalización

Hace unas décadas, Medellín era sinónimo de fracaso y desesperanza. Los años 90 estuvieron marcados por la violencia y el crimen, posicionando a la ciudad como un epicentro del narcotráfico a nivel mundial. Sin embargo, en pocos años, estamos escribiendo una nueva historia basada en la resiliencia, la innovación y el desarrollo sostenible.

Hoy, somos una urbe en constante evolución, reinventándonos una y otra vez para ofrecer a quienes nos visitan y deciden invertir en nuestro territorio una plataforma sólida, confiable y vibrante. Medellín ha superado la adversidad con esperanza y transformación social, consolidándonos como un referente mundial en procesos de urbanismo, movilidad y sostenibilidad.

La comunidad internacional ha sido protagonista en proyectos emblemáticos de esta historia: Metro de Medellín, con su sistema integrado de metro, tranvía, metrocables y buses articulados, ha revolucionado la movilidad y la inclusión social. La Comuna 13, antes afectada por la violencia, es hoy un símbolo de turismo, arte urbano y desarrollo con sus icónicas escaleras eléctricas. Parques del Río ha recuperado el entorno del Río Medellín, integrando espacios públicos verdes, mientras que los Corredores Verdes han convertido el cemento en vegetación, reduciendo la contaminación y mejorando la calidad del aire.

Estos proyectos son solo una muestra de cómo nos hemos convertido en referente mundial de urbanismo, sostenibilidad e innovación social.

La internacionalización como estrategia de transformación

En este proceso de cambio, la internacionalización ha jugado un papel fundamental. Medellín no solo ha trabajado en su propia transformación, sino que ha fortalecido sus lazos con el mundo, estableciendo alianzas estratégicas y promoviendo la cooperación para el desarrollo.

En este camino, la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana (ACI Medellín), desde su creación en 2002, ha sido un actor clave en la consolidación de la imagen de la ciudad en el contexto global. A través de la articulación con organismos internacionales, embajadas, redes de ciudades y empresas extranjeras, ha impulsado proyectos que han sido ejemplo de éxito y han permitido que hoy nos vean como un socio confiable para la inversión y la cooperación.

El mundo hoy nos reconoce, no por nuestro pasado, sino por la capacidad para reinventarnos y construir un futuro próspero, donde la innovación y el desarrollo sostenible continúen siendo los pilares del crecimiento.

La ACI Medellín ha sido un puente entre la ciudad y el mundo, facilitando la llegada de inversores, cooperantes y expertos internacionales que han contribuido a la evolución urbana de la región. Desde la Agencia hemos promovido la atracción de inversión extranjera directa por más de USD $ 3.7 mil millones, impactando sectores clave como la tecnología, energías renovables, educación y turismo. Además, hemos gestionado más de USD $ 131 millones en cooperación internacional para proyectos que han transformado la ciudad y mejorado la calidad de vida de los habitantes.

Innovación social y urbanismo para una ciudad incluyente

Uno de los ejes más destacados en la transformación urbana ha sido la inclusión social. A través de la cooperación internacional, hemos impulsado proyectos emblemáticos como el sistema de transporte público integrado (Metrocable y Tranvía), los Parques Biblioteca y las Unidades de Vida Articulada (UVA), que han llevado educación, cultura y oportunidades a zonas que históricamente estuvieron marginadas.

La estrategia de internacionalización también nos ha permitido posicionarnos como un laboratorio de innovación social y urbanística. Hemos recibido más de 35 premios internacionales, incluido el Lee Kuan Yew World City Prize, conocido como el “Nobel de las ciudades”, y el C40 Bloomberg Philanthropies Award, que reconoce los esfuerzos en sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.

Reflexiones y desafíos para el futuro

¿Cómo pueden otras ciudades replicar este modelo de desarrollo basado en la confianza, la cooperación y la sostenibilidad?

El reto para el futuro es consolidar estos avances y asegurar que la transformación de Medellín continúe beneficiando a todas las comunidades. La ciudad enfrenta nuevos desafíos, como la adaptación al cambio climático y la transición hacia una economía del conocimiento, donde la innovación y la educación serán fundamentales.

La apuesta actual de la ACI Medellín es atraer inversión inteligente y focalizada para la generación de empleo y beneficio a la comunidad de manera sostenible, así como la gestión de recursos para los proyectos estratégicos de nuestra ciudad a través de mecanismos de financiación al desarrollo, esto, va de la mano con el fortalecimiento de las capacidades regionales para el acceso a este tipo de recursos. Finalmente, consideramos fundamental continuar trabajando con la sociedad civil para aumentar el impacto social y la sostenibilidad de los proyectos en el territorio.

Así, la experiencia de la ACI Medellín da cuenta de la importancia del posicionamiento internacional de las buenas prácticas locales para generar lazos de confianza que permitan un relacionamiento efectivo con el resto del mundo, pues ha sido precisamente eso, la confianza, la que nos ha permitido continuar creciendo en un ecosistema internacional tan cambiante.

Nuestra apuesta por el desarrollo sostenible nos ha unido y nos continuará uniendo con el resto del mundo, es por esto, que nuestro foco es seguir aportando al desarrollo de la ciudad región a través de la confianza institucional y las relaciones de valor con otros actores, pues consideramos que esta es la clave para la construcción de un entorno que tenga en el centro al desarrollo sostenible.

En conclusión, el respaldo de la comunidad internacional ha sido clave en la transformación de Medellín. Ahora, queremos que nuestra ciudad sea un modelo de inspiración para otras que enfrentan desafíos similares, ofreciendo nuestras experiencias y buenas prácticas como un camino viable hacia la resiliencia, el desarrollo sostenible y el éxito compartido.

Estándar
Ciudades CIDEU, Smart Cities

Transformación digital: un pilar de la Ciudad de Mendoza

La Ciudad de Mendoza avanza firmemente en su visión de convertirse en una ciudad inteligente, humana y abierta al mundo. Este camino de transformación digital ha permitido a la administración municipal integrar innovación tecnológica con sostenibilidad, inclusión social y participación ciudadana, marcando un precedente en el ámbito local e internacional.

Desde diciembre de 2019, la gestión municipal se propuso gobernar bajo un modelo de triple impacto, que prioriza el desarrollo económico, la inclusión social y la conservación del ambiente. La pandemia de COVID-19 aceleró este proceso, requiriendo soluciones innovadoras para garantizar la eficiencia gubernamental y el bienestar de la población, especialmente los sectores más vulnerables.

En este contexto, surgió la necesidad de implementar tecnologías basadas en datos, georreferenciación e inteligencia artificial. Una de las iniciativas clave fue la creación de la coordinación de Infraestructura de Datos Espaciales (IDE), formalizada a través del Decreto 1384/2021, con el propósito de modernizar la gestión municipal mediante el uso de datos fomentando la transparencia y la participación ciudadana.

INNOVACIONES QUE TRANSFORMAN

El camino hacia la transformación digital ha estado marcado por hitos significativos que reflejan el compromiso de Mendoza con la tecnología al servicio de las personas. Entre ellos, destacan:

Creación de la Dirección de Transformación Digital, Gobierno Abierto y Smart Cities El 29 de diciembre de 2023, se emitió el Decreto Nº 1595 que establece la creación de esta dirección, dependiente de la Intendencia de la Ciudad de Mendoza. Su misión es promover la innovación y la digitalización en la administración municipal, consolidando el uso de tecnología para mejorar los servicios públicos y fomentar una gestión basada en datos. Este enfoque ha llevado a logros destacados, como la obtención de la Certificación Plata de What Works Cities en 2024, un reconocimiento al uso eficiente de datos y evidencia para la toma de decisiones. Esta certificación refuerza el compromiso de Mendoza con una gestión eficiente y orientada al bienestar de sus habitantes.

Creación del Comité Local de Inteligencia Artificial (CLIA) Este espacio impulsa el uso de la IA para diseñar políticas públicas innovadoras, fomentando la colaboración entre el gobierno, instituciones, empresas y la sociedad civil. https://gobiernoabierto.ciudaddemendoza.gob.ar/comite-ia.html

Lanzamiento de la web Ciudad Inteligente Un portal diseñado para facilitar el acceso a herramientas de participación, información pública y programas de gobierno, promoviendo la transparencia y una comunicación más efectiva con la ciudadanía. Más información aquí https://gobiernoabierto.ciudaddemendoza.gob.ar/index.html

Nueva web de Turismo y Cultura Este portal ofrece a los visitantes una experiencia moderna e integral para explorar los atractivos de la ciudad, destacando a Mendoza como un destino turístico innovador. Descubre más aquí https://turismo.ciudaddemendoza.gob.ar/

INNOVACIÓN CON PROPÓSITO

Mendoza tiene una visión clara de su futuro: ser una ciudad que combine desarrollo tecnológico con un crecimiento humano y sostenible. Una ciudad humana donde la tecnología esté al servicio de sus habitantes, visitantes y turistas.

La innovación, aunque plantea desafíos, también abre infinitas oportunidades. En Mendoza, este proceso no solo busca mejorar la calidad de vida de sus residentes, sino también ofrecer soluciones inclusivas para quienes transitan, trabajan o visitan la ciudad.

Invitamos a toda la comunidad a ser parte de este proceso de transformación, construyendo juntos una ciudad más innovadora, abierta y sostenible.

Estándar
Ciudades CIDEU

Participación ciudadana como pilar del desarrollo urbano sostenible: El Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos

En la búsqueda constante por mejorar la calidad de vida urbana y avanzar hacia ciudades más sostenibles, la participación activa de la ciudadanía se erige como un elemento clave. En esta lógica, el Plan Estratégico de Desarrollo de la Provincia Espaillat, en República Dominicana, promueve la implementación del Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos, una iniciativa que promueve la colaboración entre las autoridades locales y la población para fortalecer la gobernanza urbana y garantizar la sostenibilidad de los espacios urbanos.

Nace como respuesta a la necesidad de involucrar a la comunidad en la gestión del espacio público, permitiendo una participación directa y activa en la observación y denuncia de problemáticas urbanísticas que afectan el bienestar común. Esta figura busca mejorar la infraestructura y el entorno urbano, así como fomentar la conciencia ciudadana y el sentido de responsabilidad con el entorno, elementos esenciales para avanzar en el desarrollo urbano sostenible.

Es un modelo de voluntariado que tiene como objetivo dotar a inspectores/as urbanos/as registrados/as de las capacidades técnicas necesarias para abordar situaciones que requieren intervención, tales como barreras arquitectónicas, vertidos ilegales de residuos o construcciones sin licencia, entre otros. Así, este cuerpo contribuye a la identificación de problemáticas locales y la formulación de soluciones, alineadas con los objetivos de desarrollo urbano sostenible (ODS).

La implementación de este modelo promueve la participación e integra una visión inclusiva y diversificada que tiene en cuenta la equidad de género y la accesibilidad para personas con discapacidad. La inclusión de todos los sectores de la sociedad en el proceso de vigilancia urbana es esencial para lograr un entorno urbano justo, donde cada persona, independientemente de su condición, tenga acceso a un espacio público libre de barreras físicas, sociales y culturales.

Uno de los aspectos más destacables es que el Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos está compuesto por personas que no están motivadas por compensaciones económicas, sino por un sentimiento altruista y solidario con el desarrollo de su comunidad. Esto, sumado a la formación y el apoyo continuo que reciben, fortalece la gobernanza local y mejora la capacidad de los municipios para abordar desafíos urbanos de manera más eficiente y participativa.

Hasta la fecha, esta iniciativa ha sido adoptada en cuatro municipios de la Provincia Espaillat: Moca, Jamao, Cayetano Germosén y Gaspar Hernández, con un total de 50 personas voluntarias en proceso de formación. Este proceso de capacitación técnica es fundamental para asegurar que están bien equipadas para identificar problemas y ofrecer soluciones basadas en un conocimiento profundo del territorio. Además, es crucial que las autoridades locales reconozcan el trabajo de estas personas y faciliten su integración en los procesos de toma de decisiones y en la gestión de recursos.

La creación del Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos es, sin duda, un paso positivo hacia la construcción de ciudades más inclusivas y sostenibles. Sin embargo, se deben seguir explorando estrategias que permitan fortalecer el compromiso de la ciudadanía con el desarrollo urbano, promoviendo la denuncia de los problemas y la propuesta activa de soluciones.

También ampliar la formación de personal voluntario en áreas como gestión ambiental, derechos humanos y gobernanza urbana, para asegurar que están preparados/as para abordar problemas más complejos de manera integral. Asimismo, se debe fomentar una mayor coordinación entre el cuerpo de inspectores/as y las autoridades municipales, para garantizar que las acciones tomadas tengan un impacto real en la mejora de los espacios públicos.

Además, el involucramiento de las mujeres y grupos vulnerables en estos procesos es esencial para lograr un cambio significativo. La inclusión de la perspectiva de género en la inspección urbana contribuirá a crear un entorno más seguro y accesible para todas las personas, independientemente de su sexo, edad o condición física.

El Cuerpo de Inspectores Urbanos Ciudadanos es una propuesta innovadora que sirve como referente de buenas prácticas en República Dominicana, pues fomenta la participación ciudadana como herramienta para la mejora continua del entorno urbano. Este tipo de iniciativas, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los principios de gobernanza democrática, tienen el potencial de transformar las ciudades, haciendo de ellas espacios más sostenibles, inclusivos y resilientes.

Es necesario seguir apoyando y desarrollando este tipo de iniciativas voluntarias, que benefician a las comunidades locales, y contribuyen al fortalecimiento de una ciudadanía responsable y comprometida con el bienestar común.

Estándar