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Arquitectura urbana y formación de arquitectos estrategas

El aprendizaje de la arquitectura en la actualidad, marca sustantivas diferencias del que se origina con la incidencia de Bauhaus, acogida por la mayoría de las escuelas e institutos de occidente. Latinoamérica no fue la excepción y así se estructuraron los planes de estudio, radicando su énfasis en una definición autonómica de la arquitectura, basada en ejercicios de composición comprendidos entre la escala objetual y la urbana.

El nivel de cumplimiento y calidad del diseño se define entonces por la manera en que el diseñador interpreta y cualifica las capacidades y posibilidades del entorno donde lo produce. Es decir, que en ningún caso el diseñador puede evadir la responsabilidad de ajustarse a ciertas condiciones que, para el caso de la arquitectura urbana, se revisten de una mayor complejidad por el inevitable involucramiento de variables de carácter social, cultural, ambiental, paisajístico, territorial, económico y político.

Por ello, aparte de las habilidades en lo funcional y lo compositivo, los estudiantes que afrontan el taller de Diseño Arquitectónico y Urbano del nivel 6 (DAU 6) de la Carrera de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (FADA-PUCE), aprenden a elaborar lecturas de esas variables a fin de concretar los cuatro objetivos fundamentales del taller:

  1. Proponer una estrategia urbana surgida entre alternativas que solvente, o al menos mitigue la problemática identificada en el diagnóstico;
  2. Ubicar y caracterizar la pieza urbana donde desarrollan los ejercicios de espacio público, que finalmente aglutinarán a los proyectos arquitectónicos;
  3. Formular el programa del proyecto arquitectónico a profundizar desde el repertorio de actividades urbanas derivadas de los enunciados en la estrategia urbana; y,
  4. Diseñar el proyecto arquitectónico haciendo énfasis en la relación imbricada con el espacio público colindante al que pertenece.

En las experiencias proyectuales de niveles anteriores, los estudiantes reciben la mayoría, y en los niveles básicos la totalidad, de condicionantes para el proyecto: ubicación, programa, capacidades y premisas de diseño. En el DAU VI, la dinámica gira en torno de una investigación previa que se desarrolla colectivamente dividida en cuatro ejes: economía (empleo, emprendimiento, oportunidades), sociedad (hábitos, relaciones, organización), territorio (ocupación, morfología, paisaje), y gestión (estado, gobierno, gobernanza); pudiendo, según el caso, variar el número de componentes por cada eje.

Para realizar la subsecuente mezcla de variables que conforman la estrategia urbana elaborada colectivamente, surge la necesidad de cotejar y amalgamar los resultados de la investigación, produciéndose un efecto de involucramiento consciente con los principios y premisas que sustentan la formulación estratégica, al tiempo de producir una flexibilidad y adaptabilidad de los estudiantes que, para entonces, han transitado en tres ejercicios en grupos distintos: diagnóstico por componente, discusión y argumentación del eje, y definición de la pieza urbana de intervención.

En consecuencia, la tendencia al trabajo autónomo se rompe con los consiguientes conflictos para alcanzar acuerdos entre estudiantes, animados por la presencia indistinta de los profesores de cada paralelo en las dinámicas colectivas, y de críticos de alto nivel internacional que han aportado significativamente a la pertinencia, coherencia y consistencia de la estrategia y demás productos del taller. Sin embargo, la experiencia de 15 años ininterrumpidos del taller, ha permitido afinar el método y sus procesos para alcanzar logros destacables en la formación de estudiantes de arquitectura, especialmente en tres aspectos relevantes: ampliación del perfil profesional hacia la estrategia, el urbanismo y el paisajismo; comprensión de la dinámica urbana como fuente de conflicto y complejidad; y respeto al pensamiento distinto, que a través de una gestión inteligente de intereses comunes, alcanza salidas negociadas que se demuestran en un ejercicio colectivo de planificación.

Entre las evidencias que permiten constatar la maduración del DAU VI, destaca la reciente experiencia de acompañamiento interuniversitario con la Maestría de Paisaje de la Escuela de Diseño Weitzman de la Universidad de Pennsylvania (MP-UPenn), en la que el DAU VI colaboró en condición de par local, en ocasión del convenio que esta escuela mantiene con la municipalidad metropolitana de Quito, para la realización de un taller en tres emplazamientos, fuertemente incididos por la informalidad urbana, tanto constructiva como económica: Chilibulo, La Bota y San Roque.

Se destaca en este artículo el trabajo desarrollado en el sector de San Roque, zona caracterizada por una gran conflictividad urbana, contigua al centro histórico, que presenta graves problemas de segregación social, degradación ambiental e informalidad. Allí se propuso una estrategia basada en la recuperación integral de la quebrada Jerusalén, la sutura de los márgenes escindidos por la infraestructura vial, y la dotación de infraestructuras y equipamientos públicos que restañarían los rezagos por inequidad social provocada por la atracción a este sector ejercida hacia los inmigrantes nacionales, como puerta de oportunidades precarizadas que maniobran grupos irregulares que suplen de facto la precaria presencia del Estado.

La matriz proyectual de la estrategia provino de la propuesta paisajística de escala metropolitana, que desarrolló MP-UPenn, a través de tres estudiantes de la maestría, poniendo en relieve las condiciones originales del entorno natural, violentado por acciones antrópicas del último siglo, a las que adhirió el DAU VI a través de la implantación de 14 proyectos arquitectónicos con sus respectivos espacios públicos, representativos de las 4 piezas urbanas que ejercen la mayor influencia estratégica en la propuesta general.

Por tanto, realizar talleres de estrategia urbana como método complejo de aprendizaje, ha resultado altamente congruente para que los estudiantes cuestionen la habitual autonomía de la arquitectura, involucrando otras variables y disciplinas que inducen a interpretar enteramente la compleja realidad urbana, y en consecuencia, a comprometerse elaborando proyectos pertinentes, coherentes y consistentes, que se justifican desde la integralidad con la que fueron estudiados, formulados y concebidos.

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¿Cómo puede ayudar la recuperación de plusvalías a la materialización de la planificación estratégica urbana?

En 1994, Donald Shoup, un reconocido investigador estadounidense, describió una anomalía fundamental en la relación entre las políticas de suelo urbano y la generación de infraestructura pública: “¿Por qué es tan difícil financiar una infraestructura pública que eleva el valor de la tierra servida mucho más que el costo de la propia infraestructura? (Shoup, 1994, p. 236). Casi tres décadas después, dicha anomalía continúa presente en las ciudades iberoamericanas y tiene una estrecha relación tanto con la recuperación de plusvalías urbanas como con la Planificación Estratégica Urbana, ya que muchos gobiernos locales, al implantar proyectos estratégicos de infraestructura urbana, invierten una gran cantidad de recursos públicos que, a pesar que pueden generar diversos impactos positivos en las áreas estratégicas sobre las que se pretende intervenir (CIDEU, 2018), en la mayoría de los casos también producen un aumento significativo en el valor en los suelos urbanos donde se implantan. Pero, vale preguntarse: ¿Cuál es la anomalía presente en esta situación?

Uno de los defectos o fallas que se presenta en los mercados de suelo urbano en las ciudades iberoamericanas es el enriquecimiento sin justa causa que se materializa en el momento en que el Estado, representado por los gobiernos locales, no recupera los incrementos en el valor de los terrenos urbanos que son generados por actuaciones propias de la función pública del urbanismo, tales como la construcción de obras públicas, la modificación de normas urbanísticas que permiten la incorporación de terrenos rurales al perímetro urbano, el aumento de la edificabilidad y el desarrollo de usos más rentables. De esta manera, las municipalidades desaprovechan el enorme potencial que representa articular adecuadamente las políticas urbanas, la recuperación de plusvalías y la gestión de la estrategia urbana.

A pesar que lo descrito anteriormente es una característica general del desarrollo urbano en América Latina (Jaramillo, 2008), algunas ciudades en Brasil y Colombia han podido superar estas anomalías utilizando instrumentos de recuperación de plusvalías para financiar nuevas intervenciones estratégicas. Uno de los casos más sobresalientes es el de la ciudad brasileña de Sao Paulo, en la que a través de una adecuada y continuada articulación entre políticas urbanas e implementación de mecanismos de captura de valor de suelo relacionados con la venta de derechos de construcción (como los Certificados de Potencial Adicional de Construcción –CEPAC– utilizados en las Operaciones Urbanas Consorciadas –OUC– y la Otorga Onerosa del Derecho de Construir –OODC– implementada en buena parte del área urbana), ha permitido recaudar más de 2.000 millones de dólares entre 2001 y 2017 (Pérez-Moreno, 2018, p. 270) y asegurar la financiación de más 8.000 viviendas de interés social como resultado de las OUC, de las cuales casi 2.000 estaban construidas en 2016 (Pérez-Moreno, 2016, p. 13).

Otras de las ciudades en las que se han utilizado instrumentos de recuperación de plusvalías urbanas para impulsar iniciativas estratégicas son Bogotá y Medellín, en Colombia. Estas dos ciudades tienen una larga tradición de utilización de la contribución de valorización. En Medellín, este instrumento se utilizó para financiar una buena parte de la infraestructura vial de la ciudad durante el siglo XX (Borrero, 2014) y continúa utilizándose para tal fin. Adicionalmente, desde el año 2003, en Bogotá se implementó el cobro de la participación en plusvalía, un mecanismo estipulado en la legislación colombiana que permite capturar hasta un 50% del incremento en el valor del suelo generado por las alteraciones en la normativa urbanística y por la construcción de obras públicas. Mediante este instrumento, hasta 2016, la ciudad había recuperado más de 12 millones de dólares (Pérez-Moreno, 2018, p. 216). Instrumentos como el reajuste de terrenos, utilizado en Colombia en el marco de los denominados Planes Parciales, también fueron implementados en Bogotá desde 2003, permitiendo convertir los incrementos en el valor del suelo resultantes del mismo proceso de urbanización en cargas urbanísticas, tales como la cesión gratuita de suelo y la construcción de vías, parques y equipamientos, así como la obligación de destinar el suelo y construir viviendas de interés social.

Estos son apenas dos casos que demuestran que la adecuada articulación entre políticas urbanas, recuperación de plusvalías y planificación estratégica urbana tiene un enorme potencial para transformar la calidad de vida de nuestras ciudades. Además, juega un papel fundamental en la materialización del proyecto de ciudad que se define colectivamente en el marco de los criterios de concurrencia y gobernanza que deben regir la planificación estratégica de la ciudad (CIDEU, 2018).

Referencias.

Borrero, O. (2014). La contribución de valorización o mejoras en la experiencia Colombiana: Revisitando prejuicios. En: Smolka, M.; Furtado, F. (Ed.) Instrumentos notables de políticas de suelo en América Latina. Ecuador: Lincoln Institute of Land Policy (pp. 23-29).  Recuperado de https://www.lincolninst.edu/sites/default/files/pubfiles/instrumentos-notables-politicas-de-suelo-america-latina-full_0.pdf

Jaramillo, S. (2008). Reflexiones sobre la “informalidad” fundiaria como peculiaridad de los mercados del suelo en las ciudades de América Latina. Revista Territorios, (vol. 18), 11-53.

Pérez-Moreno, O. (2016). As Operações Urbanas Consorciadas em São Paulo e a materialização de justiça socioespacial por meio da construção de Habitação de Interesse Social entre 2001 e 2016.  IV Encontro da Associação Nacional de Pesquisa e Pós-Graduação em Arquitetura e Urbanismo – (ENANPARQ). Porto Alegre, Brasil. Recuperado de https://enanparq2016.files.wordpress.com/2016/09/s40-05-perez-o.pdf

Pérez-Moreno, O. (2018). A recuperação de mais-valias fundiárias urbanas e a materialização de justiça socioespacial em Bogotá e São Paulo: Um objetivo, dois casos e um resultado (Tesis Doctoral en Arquitectura y Urbanismo). Universidade Federal Fluminense, Niterói, Rio de Janeiro.

Shoup, D. (1994). Is underinvestment in public infrastructure an anomaly? En: Jones, G.; Ward, P. (Ed.) Methodology for land and housing market analysis, Cambridge, MA: Lincoln Institute of Land Policy. London: UCL Press.

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