Ciudades

El MUHBA, museo de la ciudadanía

El Museu d’Història de Barcelona – MUHBA, que celebra su 80 aniversario este 2023, ha reabierto sus puertas transformado en un museo de ciudad de nueva generación del siglo XXI, el nuevo museo de la ciudadanía.

La Casa Padellàs, un espacio de síntesis para explicar la historia de Barcelona, que cuenta con un patio concebido como museo ágora. © MUHBA, Foto: Jaime Irigoyen

El MUHBA se define como una institución de conocimiento histórico urbano y patrimonialización en red, policéntrica, con un hub o núcleo vertebrador en la Casa Padellàs y con espacios patrimoniales por la ciudad, para sustentar un relato coral de Barcelona, y con una programación pública sobre el mundo urbano y su historia en múltiples formatos, muy atenta al mundo educativo. De cara a alcanzar este objetivo, el Museo trabaja en cooperación con otras instituciones y entidades, y con la ciudadanía, para llevar a cabo las funciones de coleccionar, estudiar y conservar los testimonios del pasado, promover la investigación sobre su trayectoria, cuidar la red de espacios patrimoniales y confeccionar la programación general y educativa.

Las líneas estratégicas que el museo ha seguido a lo largo de los últimos años para definirse como museo de la ciudadanía se pueden resumir en cuatro ejes:

Conocimiento y educación. El museo de la ciudad debe ser un centro generador de conocimiento abierto a la ciudadanía, con un programa de impulso a la investigación en historia y patrimonios de Barcelona, que difumine las barreras entre investigación y difusión y que apueste por la interacción con el mundo educativo como museo escuela. El proyecto educativo debe hacer camino hacia un modelo que vincule estrechamente los sistemas educativo y cultural. En un mundo conectado y vulnerable, a las puertas de la revolución tecnológica 5G y la inteligencia artificial, el museo debe repensar en términos digitales sus formatos, en pro de una mayor democracia cultural. Las tecnologías digitales son la base de una estrategia del museo para la construcción de un nuevo sistema integral que permita incorporar todo el conjunto de saberes, representaciones y patrimonios.

Policentrismo urbano. El museo de la ciudad se configura como museo red, territorializado, con las salas distribuidas por polos patrimoniales que configuran su relato histórico coral, del centro a la periferia y de la periferia al centro, en tanto que equipamiento de conocimiento y representación de doble escala, de barrio y de ciudad al mismo tiempo. El MUHBA ha consolidado su red con 55 salas urbanas distribuidas por toda la ciudad en un total de 18 espacios patrimoniales de características diversas. Desde esta perspectiva, la Casa Padellàs se convierte en la Casa de la Historia de Barcelona, núcleo vertebrador y de síntesis de la trayectoria histórica de Barcelona, en un diálogo constante con las distintas sedes del museo y con todos sus públicos. Asimismo, se trabaja intensamente junto al río Besòs en un proyecto compartido con diferentes agentes para perfilar cuatro de las aproximaciones estratégicas con las que el MUHBA aborda la metrópoli: proveer, trabajar, habitar y urbanizar, vinculadas a la Casa de l’Aigua de la Trinitat, la fábrica Fabra i Coats, las Cases Barates del Bon Pastor (espacio recientemente inaugurado) y la nave Oliva Artés.

55 salas urbanas distribuidas en espacios patrimoniales por toda la ciudad. ©MUHBA

Transdisciplinariedad. El museo tiene en la historia urbana, con la ciudad como objeto y sujeto, el marco conceptual para situar e interpretar los patrimonios y legados urbanos, de la arqueología y la arquitectura a la alimentación y a las innovaciones literarias y musicales a lo largo de los siglos. Cuidar el legado recibido y enriquecerlo, empezando por la consolidación de la colección contemporánea, es imprescindible para crear relatos que integren investigación, patrimonio y programación pública.

Participación y Cogestión. El museo de ciudad debe poder perfilarse como laboratorio ciudadano participativo en el conjunto de su actividad y con fórmulas de cogestión con los distritos y con los centros de estudios locales y las entidades vecinales en el cuidado de aquellos espacios patrimoniales que sean gestionados conjuntamente con el tejido social. El MUHBA quiere ser un entorno de experimentación compartida con la ciudadanía para generar nuevas aproximaciones a la ciudad.

Estos ejes programáticos configuran el museo como “kit de conocimiento histórico y conciencia urbana” para promover la inclusión ciudadana, el turismo sostenible y la construcción de Europa, en la línea de la nueva museología urbana que promueve el MUHBA desde las redes internacionales. El interés por impulsar esta línea de trabajo fue la base para crear desde el Museo, hace una década, la Red Europea de Museos de Ciudad – CITYHIST, y para convertirse en 2021 en la sede del congreso mundial del CAMOC, la sección de museos de ciudad de la Unesco/ICOM, o la sede de los EMYA 2023, el Premio al Museo Europeo del Año, el galardón más prestigioso que se concede a un museo en Europa, por el European Museum Forum (EMF).

Una versión anterior de este artículo se publicó en la editorial del MUHBA Butlletí núm. 35

Estándar
Ciudades, Sostenibilidad

Programa de Reservas Municipales, un camino a la gobernanza ambiental

La República Argentina se encuentra dentro de los 10 países más grandes del mundo, con una superficie cercana a los 4.000.000 km2, con una muy baja densidad de población, que alcanza los 10 habitantes por km2,y un 92% de sus habitantes residiendo en zonas urbanas[¹]. La zona urbana más importante es el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde se concentra el 38% de la población. La aceleración de su crecimiento se produjo sin una planificación que tomara en cuenta las desigualdades sociales y los problemas medioambientales.

Por este motivo son cruciales las agendas internacionales (Nueva Agenda Urbana, ODS 2030) ya que nos orientan para el diseño e implementación de políticas públicas para el cuidado y buen uso del medioambiente.

Reserva Costanera Sur

Argentina ha sido pionera en la conservación de grandes áreas protegidas (Olaf Kaltmeier, 2022), a partir de la década de 1930, llegando en la actualidad a representar más del 16% de su superficie. Sin embargo, las políticas de conservación han tenido un desarrollo desigual cuando observamos la importancia que ha tenido esa dimensión en las jurisdicciones provinciales y municipales; déficit que se incrementa en las zonas urbanas.

Frente a este desafío, el gobierno federal ha puesto en marcha un programa de Reservas Municipales en el ámbito de la Administración de Parques Nacionales. Con esta decisión, se pretende poner a disposición de los municipios de la Argentina la experiencia, la capacidad técnica y los recursos de los que dispone la extensa trayectoria de la Administración de Parques Nacionales.

En la documentación, elaborada por la Administración de Parques Nacionales, se encuentran las principales acciones:

  • En la documentación, elaborada por la Administración de Parques Nacionales, se encuentran las principales acciones:
  • Prestar colaboración en la redacción de normativa de creación, en el desarrollo de reglamentos internos y en la conformación de un cuerpo de agentes de conservación.
  • Colaborar en la construcción de planes de gestión de las Reservas Municipales, planes de uso público o de manejo del fuego, entre otras herramientas
  • Ayudar en la implementación de talleres y jornadas de trabajo con la comunidad, actividades de voluntariado o acción comunitaria con organizaciones sociales, universidades y otros actores sociales.
  • Asesorar en el desarrollo de viveros de especies nativas y acciones de restauración.
  • Colaborar en la implementación de un programa de educación ambiental y de promoción de la salud comunitaria.
  • Aportar experiencia en la promoción del uso público sostenible y el incentivo al turismo de proximidad y de naturaleza, por ejemplo, compartiendo conocimientos para el desarrollo de cooperativas de trabajo que alienten el Empleo Verde Local

El Programa de Colaboración Interinstitucional para el Fomento de Reservas Municipales pretende aportar a una estrategia urbana que tenga en cuenta el triple enfoque: económico, social y medioambiental. Por tal motivo podemos sostener que esta iniciativa busca hacer frente a los retos y desafíos del mundo actual a través de la gobernanza ambiental y la participación ciudadana.

El programa fomenta la participación ciudadana, convocando a los diferentes actores sociales a involucrarse, tanto en el diseño como en la gestión de las Reservas Municipales. Desde establecimientos de educación formal hasta clubes de observadores de aves ya están participando. El Programa alienta la concurrencia de diferentes actores a través de talleres para que, a partir de la exposición y el debate sobre las diferentes problemáticas ambientales y sociales, se encuentren caminos en que se logre alinear la acción de los diferentes actores.

Por todo lo expuesto, el programa permite a los municipios diseñar su estrategia desde la lógica de la concurrencia y la gobernanza, acerca al gobierno federal a los gobiernos locales desde una noción de planificación alejada de una versión tradicional, y permitiendo a los municipios potenciar su capacidad de acción.

Además, el doble vínculo entre el gobierno federal -a través de la Administración de Parques Nacionales- y los diferentes municipios (por superficie, cantidad de habitantes y retos ambientales, sociales y económicos), nos permite enriquecer la experiencia y capacidad desde “una perspectiva innovadora y alejándose del enfoque de la conservación basado en grandes dimensiones territoriales”.

Las reservas naturales municipales insertas en una matriz urbana incrementan las posibilidades de sostener áreas naturales “con valor para la biodiversidad, configurando un mosaico estratégico para la conectividad biológica, bregando por un ambiente sano para las generaciones presentes y futuras, una mejor calidad de vida y un proceso de desarrollo local sostenible”.

El equipo de la Coordinación de Relaciones Institucionales de la Administración de Parques Nacionales, a cargo del programa, tiene la misión de mantener contactos con los municipios de la Argentina. Los primeros en sumarse, en un encuentro realizado el 10 de marzo de 2023, fueron los municipios de Mercedes, Virasoro, Paso de los Libres, Esquina, Bonpland y San Roque, todos de la provincia de Corrientes. Recientemente se adhirió al Programa el municipio de Avellaneda en la provincia de Buenos Aires, uno de los más representativos del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Estos municipios comienzan a recibir colaboración para la elaboración de planes de gestión, uso público y/o manejo del fuego, se brinda asistencia para la realización de talleres, jornadas de acción comunitaria y/o voluntariado. Cabe destacar que en los encuentros participan organizaciones de la sociedad civil y universidades. La implementación del Programa es muy reciente, los desafíos que se propone enfrentar son de larga data. Hasta el momento el programa ha tenido una muy buena recepción y ya se encuentran programados una serie de encuentros a lo largo del país.


[¹] Según datos publicados en “Plan Estratégico Territorial – Argentina Urbana” 2018.

Más información sobre el programa: https://bit.ly/3L85Vj0

Estándar
Ciudades, Innovación

La innovación urbana frente a la complejidad

Un tsunami de complejidad nos ha estallado en la cara y las ciudades se reivindican como cúmulos de problematización. Nudos de oportunidades y de desafíos, en cuyo enrevesamiento se atisban no tanto las soluciones como las preguntas que debemos hacernos.

El cambio climático, el Covid-19, la Guerra de Ucrania, la desigualdad económica, la carestía de la energía, la digitalización de la economía, la polarización del mercado de trabajo, la desaparición de la economía local en favor de los nuevos oligarcas digitales, el vaciamiento de los centros urbanos, la obesidad infantil, el auge de los discursos de odio, la caída de la confianza en la democracia, la sobredosis de individualismo o la dilución de las redes comunitarias… emergen como problemas complejos o wicked problems que desbordan las capacidades de nuestras organizaciones tradicionales.

Hace falta una nueva generación de instituciones, profesionales y herramientas, que aborden la complejidad cara a cara, sin caer en el reduccionismo, confederando voluntades y ensamblando miradas, canalizando energías desde abajo, integrando epistemologías populares, agregando aproximaciones transdisciplinares para inaugurar un tiempo nuevo que reimagine y redefina la ciudad.

Porque la ciudad no es un conjunto de datos, ni de indicadores, ni de objetivos. La ciudad no es una empresa que hay que gestionar. Tampoco es un coche o una nave espacial que hay que conducir. La ciudad no es un programa, una memoria o un estudio. La ciudad no es una tesis, un paper o un TFG. La ciudad no es una competición, un posicionamiento o una estrategia. La ciudad no es una historia, un relato o un personaje. La ciudad no es una marca, un recurso turístico o un plan de explotación. La ciudad no es un producto, ni un paquete, ni una experiencia…

La ciudad no se puede diseccionar en centro y periferia, en residencial y comercial, en norte y sur, en hardware y software, en naturaleza y cultura, en histórico y contemporáneo, en mainstream y underground

La ciudad es un todo, un todo vivo, interdependiente, dinámico, vulnerable, afectivo e interactivo, que ya no tiene ni principio ni fin. Que desborda su territorio en la nube, que escapa de toda racionalidad y se ríe –jocosa- del management. La ciudad es un crisol de voces y conflictos, un big bang sostenido que reparte y concentra vínculos y enlaces. Es el epicentro distribuido de la globalización, un sistema central de constelaciones humanas como se observa satelitalmente.

Vectores HIP

Lo urbano exige un reenfoque sistémico, para componer una sinfonía múltiple, siempre inacabada, siempre imperfecta y, a menudo, poli rítmica, como una pieza de jazz en una jam session infinita.

Tomando la caja de herramienta que creamos para el Hexágono de la Innovación Pública (HIP), sabemos que se puede repensar la estrategia en clave de innovación urbana, para crear una enorme y fecunda conversación basada en seis vectores virtuosos:

  • Trans / Mezclar / Conexiones transversales, romper los silos, unir puntos improbables, que hablen los diferentes entre sí, hibridar, mestizar.
  • Open / Abrir / Conversaciones en dos direcciones, escucha, empatía, dilución del dentro y el afuera.
  • Co / Colaborar / Conectar emociones, tejer relaciones, compartir destinos, fortalecer lo colectivo, crear comunidades, combatir el hiper individualismo.
  • Fast /Agilizar / Acortar distancias, multiplicar la productividad de las conversaciones, priorizar lo importante frente a lo urgente, cuidar el tiempo para lo íntimo y lo común.
  • Tec / Digitalizar / Multiplicar la conectividad, posibilitar la escala y el impacto, pensar nativamente en red, explotar su ubuicuidad, confrontar lo tedioso, liberar abundancia y canalizar stock de energía social.
  • Proto / Experimentar / Prefigurar el futuro, diseñar el mañana, reducir la abstracción de la conversación, prototipar las visiones, convertir las ideas en elementos sensibles.

Todo ello para acercarnos a un gran objetivo: transformar la planificación estratégica urbana en un activador de ecosistemas de innovación y, de esta manera, abordar de forma sistémica los retos contemporáneos de las ciudades desde visiones, deseos y afectos compartidos. Así, ante los retos que tenemos delante, podremos pensar en ciudades donde vivir una vida mejor y diferente.

Para profundizar en esta temática, los autores de este artículo hemos lanzado junto a CIDEU, el curso HIP Ciudades: Innovación Urbana Transdisciplinar, una formación inédita y pionera para estrategas y agentes urbanos/as creada desde la mayor transversalidad de conocimientos, tácticas y estrategias para atender los desafíos de diseñar y gestionar nuestras ciudades. Encontrarán más información haciendo clic en este enlace.

Estándar
Ciudades

Los Institutos Municipales de Planeación en México

Los institutos de planeación a nivel municipal en México inician, en la década de los 90, un camino lleno de retos, posibilidades y aciertos, así como errores de concepción, en algunos casos. Las oficinas que piensan el territorio desde una perspectiva ciudadana han tenido, en poco más de 30 años, desde la aparición del primer instituto en nuestro país, la posibilidad de contar diferentes historias en cada uno de los municipios que tomaron la decisión de planear sus ciudades.

La diversidad de nuestras regiones, así como los diferentes momentos sociopolíticos, económicos y culturales en los que cada municipio se encuentra, refiere características de identidad a los institutos creados, por las posibilidades que la ley permitía en ese momento, acompañado el mayor número de veces, por el entusiasmo y compromiso de una sociedad que identifica en su tierra, una oportunidad de ser más competitivos, de hacer mejor las cosas y de construir mejores ciudades para vivir.

La reforma a la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (DOF:01/06/2021) incluye por vez primera a nivel nacional las definiciones de Institutos de Planeación, sean estos municipales, intermunicipales o metropolitanos. Hoy, los implanes pueden manifestar que existen en la ley y que la creación de nuevos institutos tiene un sustento en la reforma urbana para dar pie a dicho proceso.

Pero entonces, será interesante preguntarnos, cómo fueron creados alrededor de 60 institutos municipales de planeación en esas ciudades de menos de un millón de habitantes, sin ese respaldo jurídico en una ley que, antes de esta reforma enunciativa, tenía poco más de 20 años sin hablar del derecho a la ciudad, de no poner a las personas como lo más importante en el objetivo de cualquier institución que se dedique a hacer ciudad.

La respuesta es la participación e interés de la ciudadanía, el interés de una sociedad que plantea y genera un diálogo con la autoridad municipal para, en conjunto, a través de esta herramienta llamada IMPLAN, canalizar la visión y el objetivo que los hombres y mujeres de una ciudad definen para construir un mejor lugar para vivir.

Así se han construido los implanes, así deben de construirse, con el objetivo de ser un canal de participación ciudadana, que dibuje los procesos de corresponsabilidad en un territorio para hacerlo más competitivo, entre los sectores productivos a través de sus cámaras, colegios de profesionistas, asociaciones civiles, ONG, la academia, ciudadanos y ciudadanas entusiastas que participan desde el activismo, generando el compromiso de la autoridad y al mismo tiempo generando la comunicación asertiva de la visión de territorio que se plantee.

Actualmente, podemos identificar más de 70 instituciones dedicadas al ejercicio de la planeación en México; cada una de ellas totalmente distinta a las demás, cada una de las instituciones con una historia que compartir, y con el común denominador de contar en sus equipos técnicos y en sus consejos ciudadanos con mujeres y hombres con pasión por la ciudad.

El reto que como implanes nos hemos puesto, es consolidarnos como una red de ciudades que reduzcan la brecha de aprendizaje en los procesos propios de hacer ciudad; generar los espacios de intercambio y retroalimentación tanto en los procesos participativos y en los de implementación.

Cómo comunicar nuestros proyectos, cómo promover la idea clara que la planeación estratégica es necesaria más allá del planteamiento técnico; cómo hacer que nuestro trabajo sea el de todas las personas que habitan un territorio.

Identificar a los implanes como el canal de participación ciudadana con capacidad técnica de planteamiento de una idea de conjunto, de lectura de territorio y momentos de oportunidad desde lo político y socioeconómico, nos obliga a dar un manejo a los datos y a la información con rigor técnico y científico.

De lo anterior, se genera la necesidad de asumir más que nunca, la responsabilidad de pensar el territorio desde los datos, desde la generación de herramientas como los sistemas de información geográfica y datos abiertos, aplicaciones que promuevan la interacción de los ciudadanos con la gestión de la ciudad. La tecnología ha dispuesto la oportunidad para plantear otro lenguaje; más y mejores respuestas de la autoridad y entre las personas que habitan un espacio común.

Las ciudades deberán seguir siendo las plataformas sociales de encuentro, digitales ahora, pero siempre con la posibilidad de encontrarnos en el espacio que definimos para convivir, en el espacio que tenemos la responsabilidad de ordenar de manera estratégica, en el lugar donde todos y todas podamos reclamar el derecho a la ciudad.

Los implanes han promovido en los últimos 30 años el entusiasmo y la dedicación por mejores ciudades, donde la participación de las y los que en ellas vivimos, es el mejor insumo a todas las herramientas técnicas y a los avances tecnológicos.

Estándar
Ciudades, Formación

Arquitectura urbana y formación de arquitectos estrategas

El aprendizaje de la arquitectura en la actualidad, marca sustantivas diferencias del que se origina con la incidencia de Bauhaus, acogida por la mayoría de las escuelas e institutos de occidente. Latinoamérica no fue la excepción y así se estructuraron los planes de estudio, radicando su énfasis en una definición autonómica de la arquitectura, basada en ejercicios de composición comprendidos entre la escala objetual y la urbana.

El nivel de cumplimiento y calidad del diseño se define entonces por la manera en que el diseñador interpreta y cualifica las capacidades y posibilidades del entorno donde lo produce. Es decir, que en ningún caso el diseñador puede evadir la responsabilidad de ajustarse a ciertas condiciones que, para el caso de la arquitectura urbana, se revisten de una mayor complejidad por el inevitable involucramiento de variables de carácter social, cultural, ambiental, paisajístico, territorial, económico y político.

Por ello, aparte de las habilidades en lo funcional y lo compositivo, los estudiantes que afrontan el taller de Diseño Arquitectónico y Urbano del nivel 6 (DAU 6) de la Carrera de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (FADA-PUCE), aprenden a elaborar lecturas de esas variables a fin de concretar los cuatro objetivos fundamentales del taller:

  1. Proponer una estrategia urbana surgida entre alternativas que solvente, o al menos mitigue la problemática identificada en el diagnóstico;
  2. Ubicar y caracterizar la pieza urbana donde desarrollan los ejercicios de espacio público, que finalmente aglutinarán a los proyectos arquitectónicos;
  3. Formular el programa del proyecto arquitectónico a profundizar desde el repertorio de actividades urbanas derivadas de los enunciados en la estrategia urbana; y,
  4. Diseñar el proyecto arquitectónico haciendo énfasis en la relación imbricada con el espacio público colindante al que pertenece.

En las experiencias proyectuales de niveles anteriores, los estudiantes reciben la mayoría, y en los niveles básicos la totalidad, de condicionantes para el proyecto: ubicación, programa, capacidades y premisas de diseño. En el DAU VI, la dinámica gira en torno de una investigación previa que se desarrolla colectivamente dividida en cuatro ejes: economía (empleo, emprendimiento, oportunidades), sociedad (hábitos, relaciones, organización), territorio (ocupación, morfología, paisaje), y gestión (estado, gobierno, gobernanza); pudiendo, según el caso, variar el número de componentes por cada eje.

Para realizar la subsecuente mezcla de variables que conforman la estrategia urbana elaborada colectivamente, surge la necesidad de cotejar y amalgamar los resultados de la investigación, produciéndose un efecto de involucramiento consciente con los principios y premisas que sustentan la formulación estratégica, al tiempo de producir una flexibilidad y adaptabilidad de los estudiantes que, para entonces, han transitado en tres ejercicios en grupos distintos: diagnóstico por componente, discusión y argumentación del eje, y definición de la pieza urbana de intervención.

En consecuencia, la tendencia al trabajo autónomo se rompe con los consiguientes conflictos para alcanzar acuerdos entre estudiantes, animados por la presencia indistinta de los profesores de cada paralelo en las dinámicas colectivas, y de críticos de alto nivel internacional que han aportado significativamente a la pertinencia, coherencia y consistencia de la estrategia y demás productos del taller. Sin embargo, la experiencia de 15 años ininterrumpidos del taller, ha permitido afinar el método y sus procesos para alcanzar logros destacables en la formación de estudiantes de arquitectura, especialmente en tres aspectos relevantes: ampliación del perfil profesional hacia la estrategia, el urbanismo y el paisajismo; comprensión de la dinámica urbana como fuente de conflicto y complejidad; y respeto al pensamiento distinto, que a través de una gestión inteligente de intereses comunes, alcanza salidas negociadas que se demuestran en un ejercicio colectivo de planificación.

Entre las evidencias que permiten constatar la maduración del DAU VI, destaca la reciente experiencia de acompañamiento interuniversitario con la Maestría de Paisaje de la Escuela de Diseño Weitzman de la Universidad de Pennsylvania (MP-UPenn), en la que el DAU VI colaboró en condición de par local, en ocasión del convenio que esta escuela mantiene con la municipalidad metropolitana de Quito, para la realización de un taller en tres emplazamientos, fuertemente incididos por la informalidad urbana, tanto constructiva como económica: Chilibulo, La Bota y San Roque.

Se destaca en este artículo el trabajo desarrollado en el sector de San Roque, zona caracterizada por una gran conflictividad urbana, contigua al centro histórico, que presenta graves problemas de segregación social, degradación ambiental e informalidad. Allí se propuso una estrategia basada en la recuperación integral de la quebrada Jerusalén, la sutura de los márgenes escindidos por la infraestructura vial, y la dotación de infraestructuras y equipamientos públicos que restañarían los rezagos por inequidad social provocada por la atracción a este sector ejercida hacia los inmigrantes nacionales, como puerta de oportunidades precarizadas que maniobran grupos irregulares que suplen de facto la precaria presencia del Estado.

La matriz proyectual de la estrategia provino de la propuesta paisajística de escala metropolitana, que desarrolló MP-UPenn, a través de tres estudiantes de la maestría, poniendo en relieve las condiciones originales del entorno natural, violentado por acciones antrópicas del último siglo, a las que adhirió el DAU VI a través de la implantación de 14 proyectos arquitectónicos con sus respectivos espacios públicos, representativos de las 4 piezas urbanas que ejercen la mayor influencia estratégica en la propuesta general.

Por tanto, realizar talleres de estrategia urbana como método complejo de aprendizaje, ha resultado altamente congruente para que los estudiantes cuestionen la habitual autonomía de la arquitectura, involucrando otras variables y disciplinas que inducen a interpretar enteramente la compleja realidad urbana, y en consecuencia, a comprometerse elaborando proyectos pertinentes, coherentes y consistentes, que se justifican desde la integralidad con la que fueron estudiados, formulados y concebidos.

🔗  Para saber más

Estándar